AFF Fiction Portal
errorYou must be logged in to review this story.

Mil Cosas Bellas

By: Stephany
folder Harry Potter › Slash - Male/Male › Harry/Draco
Rating: Adult +
Chapters: 5
Views: 1,912
Reviews: 1
Recommended: 0
Currently Reading: 0
Disclaimer: I do not own Harry Potter, nor any of the characters from the books or movies. I do not make any money from the writing of this story.
arrow_back Previous Next arrow_forward

Capitulo 3

A Thousand Beautiful Things

Mil cosas bellas

Por: Duinn Fionn

Traducción: amy_lee_malfoy

Draco Malfoy lucha contra una fortuna cambiante, una horrible guerra, y un encantamiento inusual, con la ayuda de un preocupado profesor, un sabio elfo doméstico y un inesperado amigo Gryffindor.

Rating – R

Pareja – HP/DM

Esta historia está basada en personajes y situaciones creadas por JK Rowling y por lo tanto de su propiedad así como de varias editoriales, incluidos Bloomsbury Books, Scholastic Books y Raincoast Books, y de Warner Bros. Inc, No se hace dinero y no se infringen los derechos de autor o los de una marca registrada. (N/T: Harry Potter and The Half Blood Prince nunca pasó)

*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

Capítulo 3

And if I could save you, and if I could find a solution,
I would die a thousand times, to get you out of here.

Y si pudiera salvarte, y si pudiera encontrar una solución
Moriría mil veces, para sacarte de aquí.

Warsaw 1943 (I Never Betrayed The Revolution) - Johnny Clegg


(N/T: A partir de este momento, salto en el tiempo, estamos en plena guerra)


Dean Thomas despertó abruptamente siendo blanco de una varita hostil y demasiado inmóvil, y en ese instante se dió cuenta, para su horror, que sabía demasiadas cosas valiosas.

En el mismo corto momento entre despertar y querer reaccionar, se forzó a permanecer inmóvil. Al mismo tiempo, sus pensamientos corrían a mil por hora, intentando encontrar cualquier posible salida de esto, intentando recordar la lista mental de órdenes que todos los soldados de la Orden debían memorizar. Observa, era la primera, pero en su miedo, estaba seguro de que no podía recordar las demás... oh, mierda. Así que se concentró e intentó observar, con la distante esperanza de que el resto de la lista viniera a su memoria a su debido tiempo. Observó que la mano que sostenía la varita dirigida a su cabeza, pertenecía a uno de los soldados enemigos mas jóvenes – nadie que él reconociera.

“Davidson” gritó fuertemente el soldado, “Encontré uno”.

Escuchó fuertes pisadas que venían en su dirección, parecía que era un grupo. Y en efecto, tres figuras entraron por la deshecha puerta, varitas en mano. Contuvo su instinto de ponerse de pie y correr, sabiendo que la muerte instantánea era el resultado de un movimiento tan tonto.

“Entonces quítale su varita”

Unas manos lo tomaron rudamente, un par levantándolo hasta dejarlo de pie, el otro par inspeccionando su ropa. Su varita fue descubierta rápidamente y fue dada a quién Dean juzgó, era el mayor de los Mortífagos del grupo de jóvenes. El líder, Davidson? Se tensó, anticipando que su varita fuera rota inmediatamente, pero se sorprendió al ver que el líder la guardaba sin comentario alguno. Qué podrían hacer los Mortífagos con las varitas? Los Aliados siempre eliminaban las varitas enemigas, para prevenir su recaptura.

Su concentración en observar lo estaba ayudando, de manera limitada, a tranquilizarse después de su pánico inicial, y pudo recordar la segunda regla en momento de captura – advierte a tus compañeros. En los pocos minutos que habían pasado, no tuvo oportunidad. Agradeciendo a cualquier deidad que permitió que la mayoría de su grupo se dispersara unas horas antes, consideró quién podía estar cerca. Creevey – patrullando. Con suerte, pudo escuchar el grito y la alarma de huida; fue advertido y de seguro ya estaba lejos. Eso dejaba a Diehl y Longbotom, en el cobertizo abandonado cerca de ahí. Seamus estaba patrullando el pueblo cercano, seguramente a salvo.

“Cómo te llamas?”

Antes de que siquiera hiciera un intento por responder, la pregunta fue seguida por un puñetazo, Dean pudo girar un poco y evadir el golpe antes de que pegara en su esternón, le dió directamente en su hombro. Agradecido por el súbito error de su captor, respondió con el grito más fuerte que pudo dar. Ahí estaba- Diehl no dormía profundamente, al menos debió haberlo escuchado. Entonces, advertencia dada.

Pero ahora, los Mortífagos le cobrarían el precio que tendría que pagar por el grito. Cerró sus ojos mientras más puñetazos caían sobre él una y otra vez. Divirtiéndose con él, seguro, se turnaban entre los cuatro en una sádica parodia de baile. Se forzó a no protegerse con sus manos – porfavor, no sus manos – y los golpes finalmente lo derribaron dejándolo en el piso, donde brutales golpes con botas dejaron horribles marcas en su torso.

A pesar de todo, sabía que, a menos de que sus captores fueran increíblemente estúpidos – lo que no siempre estaba garantizado – se asegurarían de que estuviera consiente y casi intacto. Esto – esto sólo era para liberar adrenalina acumulada por su previa cacería y captura. Entendía esto. Tan horripilante y brutal como era – sólo podía esperar que fuera corto - pero los verdaderos horrores estaban por venir.

Y eso lo preocupaba bastante.

El Veritaserum estaba asegurado. Ambos bandos lo usaban para interrogar prisioneros. Debido a esa constante amenaza, nadie en la Orden tenía permitido tener información, más que la que necesitaban para llevar a cabo sus misiones. Después de eso, los hechizos de memoria se utilizaban para borrar cualquier detalle importante. Estando en la línea de batalla – o lo que se considerara línea de batalla en una guerra donde los participantes se podían aparecer a su antojo – Dean tenía cuidado de mantener un balance de conocimientos sobre lo que sabía y lo que olvidaba. Siempre había tenido cuidado de mantener contacto regular con el experto de encantamientos de memoria de su unidad – en su caso, Hermione. Siempre había estado tan vigilante. Hasta ahora, cuando de verdad importaba.

Porque en este momento, él sabía donde estaba Harry Potter.

Y la tercer orden de la lista, después de observar y advertir, es proteger información a cualquier precio.

Cualquier precio

El dolor que lo recorría por la paliza que le estaban dando los Mortífagos se emparejó con el dolor emocional que le causaba el aceptar lo que estaba por hacer. Su primer línea de defensa iba a ser la última. Tendría que incitar a estos cuatro idiotas a matarlo.

Con suerte, provocaría a uno de ellos hasta hacerlo enfurecer y entonces vendría el Avada Kedavra.

De otra manera, tendría que sufrir a la manera lenta y dolorosa, ser golpeado hasta morir. Más difícil, porque podría terminar medio muerto y ellos lo sanarían lo suficiente para arrancarle la verdad.

Bueno. Al menos conocía la manera más rápida de hacerlos enojar. Inhaló profundamente, vió a Davidson a los ojos, y tan claro como le fue posible con la mandíbula rota, dijo, “No dejes que tus amigos vean que se te pone dura conmigo. No querrán dormir cerca de tí nunca más”

Eso le ganó, por como se sintió, un riñón dañado, pero no por parte de Davidson. Retorciéndose de dolor, giró para ver al que esperaba fuera el más enojado de los Mortífagos, gimiendo un poco, le dijo al muchacho, “Pero tal vez el te deje hacer un intento”

Vamos, vamos... saben que me quieren matar ahora...

Pero no sucedió.

Lo último que sucedió, antes de la bendita inconsciencia, fue la orden dada por Davidson en casi un susurro, seguida de un simple “Stupefy”.

Cuando reaccionó, lenta y dolorosamente, ya no estaba en el oscuro cobertizo. Estaba inmovilizado en el duro suelo de una celda sin ventanas. Por como se sentía, no se habían molestado con ninguna curación, aunque estaba seguro de que lo habían checado para que no tuviera heridas fatales antes de dejarlo solo.

Observa.

Advierte.

Protege tu información.

Alguien notó que estaba despierto, porque hubo un ruido en la puerta. Dos hombres, no sus captores originales, entraron en su limitado campo de visión. Y – hijo de perra – uno de ellos era su antiguo compañero Gregory Goyle. Se preguntó dónde estaría su estúpido compañero, Vincent Crabbe, cuando recordó que se había ido a Durmstrang antes de que la guerra empezara. Chico listo. Más listo que Goyle – pero eso no significaba nada. No debía estar cerca del cuartel de los mortífagos, si estos dos tarados habían sido enviados para interrogarlo. Dean empezó a desarrollar otra idea, aunque su adormecido cerebro no estaba trabajando con claridad de momento.

“Gregory Goyle” murmuró. Bueno, se había equivocado con lo de la sanación – alguien le arregló la mandíbula. Para poder vomitar sus intestinos, estaba seguro.

Probablemente si no hubiera sido el único tipo negro que Goyle conoció, dudaba que el Mortifago lo hubiera reconocido con todas sus heridas.

“Mierda. Dean Thomas”, Dean esperó para saber hasta qué punto el reconocimiento sería relevante.

“Si Goyle, mucho tiempo sin vernos huh”

No hubo respuesta.

“Y dónde estoy?”

Eso hizo que Goyle por fin respondiera.

“Yo haré las preguntas”, pero, aparentemente no estaba muy apurado, porque su siguiente comentario fue dirigido a su compañero, “Este imbécil estudió conmigo en Hogwarts. Un desgraciado Gryffindor, si puedes creerlo”, ambos rieron, “La maldita casa aceptaba a cualquiera, no como Slytherin”

Dean pudo haber debatido ese punto, dado el ejemplo que tenía frente a él.

El otro hombre habló por primera vez, “Entonces intentará ser valiente?”

“Lo intentará” dijo Goyle, “Pero no lo llevará a ningún lado. No cuando le demos Veritaserum”

Vió la rendija que había estado esperando – rogando. “Llegas demasiado tarde Goyle. Ya me lo han dado. Tus amigos, los que me capturaron, estaban algo ansiosos”

Todo dependía de su mentira. Dean contaba con el mal de los grupos en todos lados – pésima comunicación. Sus captores tuvieron tiempo de dar un reporte? Goyle y su compañero lo escucharon? Creerían esta historia sin consultarlo primero? Podía Goyle recordar, que demasiado Veritaserum podía dañar al prisionero y dejarlo inservible?”

El largo silencio se hizo casi insoportable.

El compañero de Goyle preguntó, “Y qué les dijiste?”

Demonios, ni siquiera una buena pregunta para empezar. Aún bajo los efectos de la golpiza, les llevaba una clara ventaja a estos dos. Aparentemente, este Mortífago era tan estúpido como Goyle, lo que era una bendición, pero que lo dejaba luchando por contestar con algo que pudiera sonar como la verdad.

“Todo” contestó, con una pequeña sonrisa, “Qué creías? No es como si pudiera evitarlo”

Ambos interrogadores, si es que se les podía llamar así, sonrieron. Goyle le dijo a su compañero, “Esto será simple Bryce”, volteó con Dean, “Con quién estabas allá afuera?”

Fácil. “Colin Creevey, Neville Longbotom, Susan Diehl” todos habían escapado.

Escuchó el sonido distintivo de una pluma rasgando el pregamino, y pensó en una Vuela Pluma escribiéndolo todo. No se molestó en buscarla.

“Qué estabas haciendo ahí?”

“Estaba durmiendo”, Dios, alguna vez habían interrogado a alguien antes?

Incluso Bryce se molestó ante la pobre pregunta, “Porqué estabas en el área, idiota?”

Mejor. “Tuvimos un reporte de actividad mortífaga en el área a las afueras del pueblo”

“Aquí en Wentworth?”, Dean pudo notar que no se habían alejado del pueblo donde había sido capturado. Donde Seamus estaba patrullando, de hecho, aún debía andar por ahí sin saber que las cosas habían salido mal.

“Sí”

“Qué estaban buscando?” preguntó Bryce.

“Estábamos buscando su unidad – pero ellos me encontraron primero”

“Tal vez nosotros sabíamos que estaban ahí” dijo Goyle. Sinceramente, Dean lo dudaba – de otra manera el resto de su grupo estaría aquí, relajándose con él, disfrutando la hospitalidad Mortífaga. De repente se paralizó de miedo al pensar que ellos habían sido capturados después de todo, y estaban separados, en sus propias celdas.

Esos miedos fueron rápidamente disipados con la siguiente pregunta de Bryce, “A donde fueron tus amiguitos?”

“No lo sé” contestó sinceramente. Muy lejos, esperaba. Porque la regla número cuatro para miembros de la Orden capturados era, No esperen rescate.

Los dos mortífagos se quedaron sin más preguntas, Goyle le preguntó a su compañero, “Qué más deberíamos preguntar?”

Bryce pensó un poco - no te vayas a cansar, pensó Dean sarcástico, - y respondió, “No lo sé, no importa, cierto? Harán esto otra vez cuando la dósis termine de hacer efecto. Le darán más y harán las mismas preguntas”.

Su estómago se encogió ante esas palabras. De ninguna manera iba a poder mantener su mentira con otro equipo de interrogación seguramente más inteligente. A menos de que se le ocurriera una distracción.

A cualquier precio

Groyle parecía aburrido, “Estúpido Gryffindor. Toda esa valentía no te llevó muy lejos, cierto?”

Bryce lo observó detenidamente, “No era Potter un Gryffindor?”

“Sí, eran compañeros de habitación” la pregunta obvia les llegó a los dos al mismo tiempo.

“Y, sabes donde está Potter?”

Dean casi suspiró aliviado, “No” mintió. Luchó contra un cambio abrupto en su cabeza, mareo y fatiga. Probablemente una concusión.

“Y alguien más? Hay alguien que esté cerca?”

Pausó, entonces pretendió estar luchando por no contestar, “Sí”

A cualquier precio

“Quién?”

“Seamus Finnigan”

“Dónde está?”

A cualquier precio

La agonía que sentía lo aplastó lentamente, mientras se escuchaba a sí mismo traicionando la locación de su mejor amigo.

~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~


Despertó con el sonido que hacían los guardias al abrir la puerta y empujar a un Seamus Finnigan inmovilizado. Lo aventaron violentamente hacia el piso y, con un Finite Incantatem lanzado al azar, lo liberaron de sus ataduras invisibles, lo mismo pasó con Dean.

“Dean, Dios, es bueno verte. Bueno, no aquí, claro. Mierda, qué te han hecho? Te ves horrible”

Suprimió las lágrimas, “Hey Seamus”

Su amigo notó que estaba mal, y empezó a consolarlo, lo que lo hizo peor.

“No me digas. Creo que puedo adivinar, Veritaserum”

Sólo pudo verlo fijamente. Dios, este plan había parecido racional hacer un par de horas. Todo dependía de Dean evadiendo el Veritaserum, porque si no podía, estaría forzado a decirle al enemigo sobre Potter y los planes finales de la Orden. La única distracción que había podido idear en medio del pánico era Seamus. Su amigo no sabía nada que no debiera, no había escuchado el plan final. Era seguro que hablara. Si tan solo los Mortífagos tomaran esa carnada, entonces tal vez, sólo tal vez, se olvidarían de él y cuestionarían a Seamus.

Y entonces ambos morirían. Pero la Orden estaría a salvo.

Pero la realidad estaba aquí, hablando con él, bromeando en esa manera tan característica de él, pensando sin dudar, que Dean era inocente de la traición que lo había traído aquí.

Ya lo había decidido, final y concretamente, no iba a morir dejando que Seamus pensara que él era inocente. Tenía que confesarlo. Necesitaba que Seamus lo odiara por lo que había hecho, porque él mismo se odiaba.

No había traicionado a la Orden. En vez de eso, traicionó a su mejor amigo. Y muy dentro de él, escondido en el lugar donde se encuentran las cosas que realmente importan, no hubiera podido decir que no necesitaba a Seamus aquí con él. Algo en él necesitaba a Seamus, deseaba profundamente el consuelo final de la única persona que había significado tanto para él todos estos años. No quería morir solo.

Se acercó al otro hombre, ignorando el dolor de la paliza previa, ignorando las lágrimas que corrían por su cara, y se abrazó a Seamus. Juntos, se sostuvieron el uno al otro, la desesperación y el miedo uniéndolos más. Finalmente, Dean se retiró lo suficiente para que sus labios pudieran susurrar las envenenadas palabras que tenía que decir, a salvo de sus atentos captores – para dejar en el oído de Seamus, la horrible verdad de su traición.

Seamus se quedó en silencio, y sus lágrimas empezaron a caer tristemente. Dean sólo lo podía observar miserablemente, aceptando la condena que Seamus quisiera emitir, porque lo merecía todo, eso y más. Los susurros repetidos de ”Lo siento tanto” se hicieron escuchar una y otra vez, pero Seamus parecía incapaz de escucharlo.

Se quedaron en silencio por horas.

Fuertes pisadas los despertaron de su estupor. Goyle y Bryce habían regresado, gritándoles que se pusieran de pie. Seamus se desdobló y lentamente se puso de pie, pero Dean, con sus severas heridas, no pudo. Bryce lo jaló hasta dejarlo de pie y Dean luchó por ignorar el dolor y no desmayarse.

Otro hechizo de confinamiento fue conjurado. Se encontraron contra la pared y se quedaron ahí, como clavados, aunque sus brazos y piernas estaban libres. Seamus estaba a su lado.

“Tu turno Finnigan” dijo Goyle. Tenía el pequeño vial con el líquido transparente en su mano. Un paso y la mandíbula torcida de Seamus y el Veritaserum había sido consumido. La pluma ‘A Vuela Pluma’ también estaba de regreso.

Dean fue ignorado.

Las mismas preguntas le fueron formuladas a Seamus – quién, dónde, cuándo – pero la conjetura de Dean había resultado, los otros no sabían nada útil.

“Estos dos no nos sirven para nada” admitió finalmente Goyle, y Bryce estuvo de acuerdo, “No serán una gran pérdida para la Orden. No parecía que hicieran nada importante”

Casi podía saborear su muerte. Había hecho lo que debía, la información estaba a salvo. El precio había sido enorme.

“Dean” fue apenas un susurro, el más mínimo de los sonidos, pero su corazón dió un vuelco ante la mención.

Giró su adolorida cabeza para poder ver a Seamus, quien apenas lo podía ver debido a las ataduras mágicas del hechizo. Lentamente, muy lentamente, el otro hombre levantó su brazo y estiró su mano, hacia Dean, cada vez más cerca. En respuesta, levantó su propia mano para encontrar la otra. Sus manos se tocaron levemente, depsués se apretaron con fuerza, casi dolorosamente, pero cada momento que estuvieron conectados fue un interludio de sagrada liberación.

“Perdonado” dijo Seamus con voz ahogada, “Estás perdonado”

Los ojos de Dean se cerraron con incredulidad, pero quería ver, quería ver esa cara, quería bañarse en esa mirada de redención una vez más, y si eso era lo último que vería en esta vida, era suficiente. Era suficiente.

Seamus le sonrió, “Número tres”

Protege tu información. Con gratitud, bañada de perdón, se relajó. Seamus entendía.

El respondió, “Número cuatro”

No espere rescate

No había número cinco, pero si hubiera podido añadir uno en ese momento, hubiera sido No tengas muchas esperanzas. Porque justo en ese momento, después de su reconciliación, la puerta de la celda de abrió de golpe, y reconoció a los dos hombres que entraron. Supo instantáneamente, con una certidumbre fría y letal, que su juego había sido perdido y que estaba realmente jodido. Y que Seamus había sido sacrificado por nada.

Ahí estaba Draco Malfoy. Seguido, con toda su dignidad, por Severus Snape. Incluso Goyle y Bryce parecían asustados.

Malfoy se dirigió rápidamente al pergamino y la pluma y lo revisó, sin decir nada, aunque Dean pudo notar que estaba luchando contra su recato. Sin una palabra, le dió el papel a Snape, quien lo revisó rápidamente.

Snape se acercó a Dean, y la atención de todos en la celda, recayó en el imponente hombre. Aún así, nadie habló. Sostuvo la mirada de Snape, esperando por una palabra, una pregunta, un golpe – nada. Sólo esa mirada perforadora. Sin poder controlarlo, todos los secretos de Dean se vinieron a su mente: la mentira del Veritaserum, la locación de Harry Potter, lo que sabía de los planes de la Orden sobre la batalla final. Y aún así, Snape se mantuvo en silencio por largos minutos.

De manera abrupta, Snape dió media vuelta y se encaminó a la puerta, “Draco” fue lo único que dijo. Malfoy se movió sin titubear. Antes de irse, Snape dió la orden, “Esperen” a Bryce y Goyle, y después los dos Mortífagos se fueron.

“Esperen por qué?” se quejó Goyle.

“A que alguien regrese, supongo” murmuró Bryce.

Dean también creyó eso, y realmente no estaba muy ansioso. Todos se acomodaron y esperaron. Intercambió nerviosas miradas con Seamus.

Finalmente, la puerta se abrió; esta vez sólo Malfoy entró. Si Dean pensaba que el último intercambio había sido el evento más extraño que hubiera presenciado, estaba a punto de ver que cometía un error. Un gran error.

Malfoy había perdido su actitud calmada en algún momento entre su salida y su regreso, y Dean pudo sentir la tensión radiando de él como pesadas olas. Cuando habló, la voz de Malfoy estaba casi ronca por el estrés, “Dean Thomas”

Para completa sorpresa de Dean, Malfoy se acercó a él, se inclinó, tomó su cara en sus pálidas y delgadas manos, y lo besó profundamente.

No podía entender el comportamiento de Malfoy. Shockeado, se encontró respondiendo al beso de forma automática, pero la única cosa en su cabeza era una sola palabra: Judas. Traicionando a su amigo con un beso.

Malfoy rompió el silencio, “Lamento que estés aquí Dean, aún después de lo que fuimos el uno para el otro, todo lo que hicimos juntos – nada de eso te puede salvar. Te uniste al bando equivocado”

De qué demonios estaba hablando?

“A pesar de que te amé, Dean, y a pesar de que dijiste que tú me amabas, ya nada de eso importa, tú y tu amigo Gryffindor van a morir”

Luchó por no mirar a Seamus pidiéndo ayuda. Lo que fuera que estuviera pasando aquí, tenía que prestar atención, porque hasta ahora, las cosas no tenían sentido. Malfoy se habría vuelto loco?

El rasgueo de la pluma era el único sonido en la habitación.

“Desearía que las cosas hubieran sido diferentes” continuó Malfoy, se acercó por otro beso y Dean le correspondió, “Sabes? Aún te amo”

Escuchó a Bryce, el descontento evidente en su voz, “Demonios Malfoy, consíguete un privado”

Malfoy lo ignoró y siguió acariciando y besando a un Dean atónito, para vergüenza de éste, su cuerpo estaba respondiendo a las bizarras atenciones que le eran concedidas.

Malfoy le regaló una dura mirada, pero su voz era un susurro suave, “Siempre te amaré”

Su desorientación era tal que ya no se sentía conectado con nada de este mundo. Vió de reojo a Seamus, pero la expresión en la cara de su amigo le mostró que estaba tan sorprendido como él mismo ante la extraña demostración. Malfoy lo acechaba con una perturbadora pantomima que rayaba en la obsesión, pero escondida debajo de la superficie, Dean pudo reconocer la intensa ira y algo parecido a la desesperación en esa mirada. Pero le fue ahorrada la respuesta a sus interrogantes cuando Malfoy puso su dedo índice gentilmente sobre sus labios.

“No digas nada. Nada de lo que digas puede ayudar ahora”

Su confundido cerebro había encontrado algún tipo de mensaje en eso?

Con un último beso, Malfoy dió un paso hacia atrás y sacó su varita. “No sabes cuanto lamento esto. Adiós”

No podía ver. Cerrando sus ojos, esperó a escuchar las palabras de la maldición asesina, esperando ser el primero para no tener que escuchar el asesinato de Seamus. Se preguntó si vería la luz verde a través de sus párpados o si sentiría mucho dolor.

Stupefy

Abrió sus ojos justo a tiempo para ver Goyle y Bryce caer al suelo.

Finite Incantatem.

El hechizo que los mantenía atados finalizó, y tanto él como Seamus cayeron hacia adelante. Con sus heridas aún sin curar, no se pudo detener lo suficientemente rápido, pero Malfoy lo atrapó antes de caer al piso.

“Cariño” La palabra era tierna, pero el tono era escalofriante, “No te pude matar. Pero no hay tiempo. Tenemos que salir de aquí ahora. No nos podemos Aparecer desde este edificio, tendremos que viajar por la red Floo” Malfoy estaba dando instrucciones como si no acabara de declarar su interminable pasión a su prisionero, como si no acabara de traicionar a sus dos compañeros, como si algo de eso tuviera sentido.

“Puedes caminar? No? Finnigan, sosténlo, estás demasiado despierto para utilizar mobilicorpus, y no quiero desmayarte amor, qué dices de un pequeño hechizo de levitación?” Murmuró unas palabras que Dean jamás había escuchado. Sintió como se aligeraba todo su cuerpo, y Seamus lo pudo aguantar fácilmente.

“Muy bien, ahora viene lo difícil, tenemos que conectarnos a la red Floo desde alguna habitación de las que hay a lo largo del pasillo, cielo, así que te sacaré a punta de varita. Haz exactamente lo que yo te diga y no lo arruines, y entonces quizá podamos salir de aquí con vida. Si no, bueno... por lo menos ya te dí mi beso de despedida” Rió sin la menor expresión y su acostumbrado tono cínico estaba de regreso, “Estás listo?”


~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~
My back to the wall, a victim of laughing chance.
De espaldas a la pared, víctima de la burlona oportunidad

Deacon Blues - Steely Dan



Terminaron dando tumbos fuera de una chimenea en una habitación cualquiera dentro de una casa aparentemente vacía. Dean no pudo ni siquiera empezar a adivinar su ubicación con más claridad.

Seamus finalmente pudo hablar, “Draco Malfoy. Un espía para la Orden?”

Y ahí estaba, finalmente, la burlona sonrisa tan familiar, el tono cáustico, que recordaba de la escuela, y el mundo empezó a enderezarse de nuevo, “Diez jodidos puntos para Gryffindor. Brillante Finnigan. Te quedas despierto por las noches para tener estas increíbles revelaciones?”

Debajo del frío exterior, Dean pudo notar que aún estaba enojado – de hecho estaba furioso.

Predeciblemente, Seamus respondió al comentario, “Maldición Malfoy, sólo contesta la pregunta, Qué está sucediendo?”


Malfoy rodeó a Seamus, y creyó que le iban a llover golpes, “Lo que está sucediendo es que acabo de salvarles el trasero de los Mortífagos. Creí que eso era demasiado obvio, incluso para tí”

Los interrumpió bastante rápido, antes de que la situación se saliera de control, “Lo siento Malfoy, tendrás que perdonarnos, hemos tenido un mál día”, levantó sus manos en muda declaración de paz, “Pero gracias”

Malfoy no contestó, aunque su ira aún estaba presente.

“Así que la gran pregunta es, Porqué? Porqué nos salvaste?”

Malfoy vertió toda su ira sobre él, “Porque sabías demasiado, por eso!” Ahora estaba jadeando con emoción, “Porque por una estúpida razón fuiste capturado sabiendo jodidamente demasiado Thomas, y lo sabes”, ahora estaba gritando, “Lo sabes verdad?!”

Sólo pudo aceptarlo, “Sí”

Malfoy estaba en sus cinco minutos, y nada lo iba a detener, “Lo sabías Finnigan? Que tuvo que venderte por eso? También estaba dispuesto a verte morir, que te asesinaran, para encubrir su propia estupidez, vaya amigo”

Dean no podía ver a Seamus justo en ese momento, aún sabiendo que su amigo lo había perdonado. No podía enfrentar eso otra vez – pero tenía que hacerlo.

Pero Seamus habló primero, “Lo sé Malfoy, lo sé, ya me lo dijo, de acuerdo? Él tenía que saber todo eso, y lo atraparon antes de que lo pudieran borrar de su memoria, ya está hecho, y no es de tu incumbencia, cierto?”

“Desearía que no fuera de mi incumbencia, demonios!” dijo en voz baja.

Sin embargo, aún había algo que molestaba a Dean, “Cómo sabes lo que yo sé Malfoy?”

Algo en su pregunta hizo que Malfoy se sentara pesadamente en una silla bastante maltratada que había cerca. Reclinó su cabeza hacia atrás en algo parecido a la exhausión y pasó una mano por su cabello, “Por Snape, él es un Legilimens. Leyó tus pensamientos. Cuando se dió cuenta de lo que sabías, pensó en un plan para sacarte de ahí. No podías ser interrogado nuevamente bajo Veritaserum. Había demasiado en juego”

Entonces, A cualquier precio. Pensó con sorna.

Draco no había terminado, “Pero lo que no pudimos descifrar es cómo pudiste mantener la información en secreto la primera vez que ingeriste Veritaserum”

Dean sonrió por primera vez en lo que pareció que fueron años, “Nunca me lo dieron, le dije a Bryce que ya lo habían hecho y me creyó”

Eso sorprendió a Malfoy y a Seamus. “Bastante astuto” dijo Seamus, y Malfoy añadió, “Bryce es un idiota sin cerebro. Hay una cosa buena en todo esto – ya no tendré que soportar su estúpidez nunca más”. Notó que Malfoy dejó a Goyle fuera de su censura – supuso que le debía cierta lealtad a su amigo de tanto tiempo. Podía entender ese tipo de lealtad, incluso si no podía practicarla.

“Porqué no?” dejó salir Seamus.

Eso enojó a Malfoy de nuevo, “Porqué no? Porque jodidos crees idiota?!” Vió a Seamus como si estuviera pensando que nada le gustaría más que usar el Cruciatus justo ahora, “Crees que puedo regresar a Mortifa-landia después de lo que acabo de hacer? Ayudar a dos prisioneros a escapar? Como si pudiera regresar con una actitud de Oh-disculpen-no-se-lo-que-me-pasó?” Hechó la cabeza hacia atrás con enojo, “Y creí que Bryce era estúpido”

Eso explicaba la ira de Malfoy. Acababa de destaparse frente a los Mortífagos – permanentemente – para salvarlos. Las cosas empezaban a tener sentido.

Sin embargo, una última pregunta, “Y los besos y, um...”

“Ah, te gustó eh?” la cara de Malfoy se retorció en una parodía de sonrisa, “Lamento decepcionarte Thomas, todo fue un acto” rió sin humor, “Aunque Finnigan se ve aliviado”

“Pero qué- ”

“Una cubierta para Snape, por supuesto. No tiene sentido sacrificarnos los dos. Obviamente su pequeño protegido Malfoy tiene una secreta pasion con uno de los prisioneros y los ayudó a escapar. Todo se quedó escrito gracias a la Vuela Pluma y fue presenciado por dos leales seguidores claro. Snape no será hecho responsable” vió a Seamus con malicia, “Tuviste una oportunidad del 50 para un poco de delicia carnal Finnigan. Pero pensé que Thomas no habría gritado si lo hacía. No estaba tan seguro de tí”.

Seamus, en un tono mucho más respetuoso de lo que jamás había hablado, preguntó, “Entonces, cuánto tiempo has sido espía?”

Malfoy suspiró, “Desde el quinto año. Así que son, tres años. Todo se ha desperdiciado claro” levantó unaceja a Seamus, después a Dean, “Sorprendidos? No tienen porqué. Aprendí mentira y engaño del mejor”

“De Snape”

“De Snape” accedió Malfoy, “Aunque Padre empezó las lecciones. Se podría decir que nací para eso, de verdad”

De repente, la exhausión amenazó con abrumarlo, y se estiró con un pequeño silbido debido a sus heridas, “Y ahora que?” suspiró.

“Ahora tengo que enviarlos a casa, suerte la suya”

“Hay alguna posibilidad de que digas algunos hechizos sanadores antes?” pudo preguntar, “Nuestras varitas desaparecieron”

“Oh, casi lo olvido, he estado un poco un poco ocupado, perdonenme” dijo Malfoy, sacando sus varitas y lanzándoselas con un elegante movimiento, “Fue bueno que la patrulla nocturna no las destruyera, no les parece?”

“Una sorpresa” concedió, “De hecho, una de muchas”

Malfoy, más calmado lo que lo habían visto desde su primer encuentro, pasó unos minutos reparando las peores heridas de Dean, “Eso te debería llevar a donde vas”

“Y a donde vamos?” preguntó Seamus.

Malfoy le dió una mirada sardónica, “A donde te gustaría ir? A un hermoso centro vacacional? Tal vez, París? Tahití?” Ahora ya estaban de pie, “O sólo de regreso a la locura diaria?”

Dean tomó la decisión, “Grimmauld Place”

“Por supuesto, siempre popular para los vacacionistas esta época del año”

“Vendrás con nosotros?”

“Creo que no, aunque no estoy seguro de a dónde iré. A decir verdad, no me levanté esta mañana esperando salirme del juego antes del almuerzo, eso me pasa por vivir siempre dentro de mi caparazón. Ahora mismo, Tahití suena cada vez mejor”

Dean tomó una rápida decisión y estiró su mano. Malfoy la aceptó con aparente sorpresa, “Gracias Malfoy, por todo. Lamento cómo salieron las cosas para tí. Te debemos una grande, lo sabes”

Malfoy asintió levemente, “Lástima que sólo recordarán el favor por, hum, 10 segundos más” Dean levantó la cabeza, nervioso ante las palabras del otro hombre, “Vamos Thomas, no creerás que estoy preparado para dejarte conservar esa memoria? No después de todo lo demás?”

Negó con resignación, “No”

Malfoy hizo una mueca, “Muy bien” apuntó su varita a Seamus, “Obliviate”, un poco de polvos Floo y después, “Número doce Grimmauld Place”, Seamus desapareció, los ojos de Dean parpadearon ante la luz del fuego y dió un paso hacia adelante. Lo último que experimentó fueron las palabras del hechizo desmemorizante y la tristeza de los grises y pálidos ojos.


~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~



“Dios santo, De dónde vienen?” fue la bienvenida. Dean entró con mucha menos gracia de la usual a la sala del número doce de Grimmauld Place. Automáticamente, volteó hacia el lugar de donde había salido la voz y resultó ser Remus Lupin. Aparentemente Seamus acababa de llegar también, y su amigo se veía tan confundido como el se sentía.

“No estoy seguro” respondió, “Recuerdo - ” La última cosa que recordaba era haber traicionado la locación de Seamus, pero no estaba preparado para pensar en ello. Qué demonios había pasado? Cómo escapó? “Fuí capturado, no sé como escapé”

Ante esas palabbras, Lupin se puso de pie abruptamente.

Seamus añadió, “Yo estaba en Wentworth, dormido, no sé como terminé aquí”

Dean tuvo la idea de ver sus manos justo en ese momento. Un simple truco de la Orden – si estabas a punto de ser Obliviado, por cualquier razón, utiliza el alfabeto creado por Muggles sordos para dejarte una pista.

Cada una de sus manos había formado una letra. Dos letras. D. M.

Seamus también vió hacia abajo. Sus manos habían formado las mismas letras. D. M.


~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~
Acordei de um sonho estranho um gosto de vidro e corte
Um sabor de chocolate no corpo e na cidad
Um sabor de vida e morte ...Com sabor de vidro e corte
As horas não se contavam, e o que era negro anoiteceu
Enquanto acontecia, Eu estava em San Vicente
Desperté de un sueño extraño en un lugar de vidrio y heridas
Un sabor a chocolate en el cuerpo y la ciudad
Un sabor a vida y muerte... Un sabor a vidrio y heridas
Horas que no pudieron ser contadas, y lo que era negro se convirtió en noche
Mientras sucedía yo estaba en San Vicente

San Vicente - Milton Nascimento (Canción portuguesa)


Había rumores que el plan de la Orden acerca de la batalla final tomó meses en estar listo. Las primeras seis semanas pasaron en debate entre si se podía o no hacer, pero Dean no escuchó los detalles hasta mucho tiempo después.

El elemento clave, el único detalle que no podía ser ignorado, era que el clímax de la batalla tendría que ser una confrontación entre Harry Potter y Voldemort. Las razones de elllo eran un gran secreto; Dean no tenía acceso a él, ni tampoco lo quería tener.

Como cualquier buen plan de batalla, este dependía de varios buenos espías en el círculo interno del enemigo. Snape era uno – no podía creer que su antiguo profesor de Pciones aún estaba enterrado en las filas del Señor Oscuro despúes de casi dos años. Nadie en la Orden lo había visto en los últimos nueve meses; tomó tres largas semanas y siete conexiones para que él pudiera tener los planes. Había escuchado rumores de otro espía – uno para vigilar a Snape, supuso – pero ese nombre, también estaba muy bien guardado. La guerra se había extendido lo suficiente para tener gente inconforme en los dos bandos. Los traidores podían existir. Así que los preparativos eran hechos en secreto y con mucho trabajo de campo que podía llevar a cualquier lado. Una semana, él y su equipo practicaban Quidditch – nunca fue una de sus actividades favoritas. La siguiente semanas era un seguir de pociones, primero preparadas, después ingeridas – para la mala suerte de su estómago. Pasaron por ejercicios donde tenían que mantener una pocisión por horas, desorientación deliberada de sus ciclos de sueño, patrulla nocturna, peleas cuerpo a cuerpo, micro Aparición – todos o ninguno podían ser ocupados en cualquier momento.


~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~



Después de dos años con los Mortífagos, Severus Snape no había perdido la actitud elegante y fría que había mostrado como profesor de Hogwarts, entrando en el salón temporal del consejo y agachándose ante la imponente figura.

“Mi Señor” entonó, con toda la deferencia que pudo reunir, “Harry Potter ha sido localizado”

Sabía que nada que anunciara, tendría tanto interés de su comandante como ese nombre. Casi había sido su único objetivo durante el pasado mes, provocando que algunos Mortífagos dejaran de lado blancos estratégicos mucho más importantes, buscar al muchacho y encontrarlo sin protección y sin aviso. Snape no era el único que sabía que ésta era una seria debilidad, otros, del círculo cercano de Mortífagos, dudaban de la importancia de un blanco tan personal para Lord Voldemort. Pero Snape sabía de la profecía – Potter era primordial para finalizar la guerra, para bien o para mal.

Tenía la completa atención del Señor Oscuro.

“Qué noticias?”, fue la respuesta del – hombre, creatura, Snape nunca supo en qué momento cambió. Incluso Lucius se había distraído de sus intrigas para escuchar, aunque su compatriota no pudo borrar el enojo de su cara. Ya no había cariño perdido entre ellos desde que Snape regresara al servicio del Señor Oscuro. Recientemente, había manipulado cuidadosamente la culpa de la deserción de Draco para que cayera con más fuerza sobre Lucius que sobre él mismo. Lucius lo odiaba por ello. No importa, pensó Snape. Yo tampoco confío en él y es sabio que él no confie en mí. Esperémos que nunca sepa porqué.

Sacó cada habilidad actoral que tenía para continuar con su anuncio, ya que era crítico para la batalla final. Una última oportunidad, una pequeña ventana de esperanza. Si este plan fallaba, estaba seguro que sería asesinado.

“Potter ha sido llevado por tierra a un pequeño pueblo llamado St. Vincent, Dumbledore ha sido rastreado y está en el Ministerio, y Potter no tiene tanta seguridad – una patrulla como mucho. Nuestro equipo de vigilancia lo encontró temprano esta mañana y lo ha estado vigilando por las últimas tres horas. Reportan que parece estar estableciendose para pasar una noche ahí por lo menos”, Snape sacó un pedazo de pergamino y lo entregó, asegurándose de que su mano no temblara y delatara sus nervios.

Voldemort leyó el reporte sin expresión alguna, después entregó el reporte a Lucius. Snape observó en silencio como Malfoy revisaba el pergamino con su usual mueca de asco. Tuvo cuidado de no hacer ningún comentario – su tarea era sólo llevar la información. Cualquier otro intento de impulsar algún tipo de acción de su parte, no sería bienvenido – sería sospechoso. Otros planearían el ataque sin su ayuda. Todo lo que podía hacer era esperar.

Pero el tiempo paso de manera interminable.

“Así que... lo tenemos” dijo finalmente Voldemort, y Snape tuvo cuidado de no mostrar su alivio. “Preparen el ataque, como lo hemos planeado. Nuestros hombres han practicado para esta oportunidad, es hora de desatarlos”

Los hombres alrededor de Voldemort se movieron rápidamente para actuar, dándo órdenes con la total seguridad de que serían instantáneamente obedecidos. La mayoría de ellos se fue para llevar a cabo cosas que estaban orgullosos de hacer - o que tenían miedo de fallar al hacerlas. Snape se quedó al lado de Voldemort en silencio.

“Severus. Hemos esperado demasiado por este momento. Pronto, Harry Potter no será más que una mal recuerdo. Con su niño modelo destruído, el resto del ejército de amantes de los Muggles que Dumbledore dirige, se colapsará como una cascada. Se lo llevará la corriente y nosotros al fin seremos victoriosos”

“Al fin Victoriosos” dijo Snape, y creyó cada palabra.


~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~



"Carmichael, David?"

El hombre asintió, y su mano se estiró automáticamente para recibir el paquete del sargento. Las órdenes que fueron gritadas momentos antes habían dicho claramente que debían tomar el paquete y no abrirlo, y no tenía tentación por desobedecer, aunque sintió que estaba en la minoría. Semanas de preparación para algo tenían a todos al borde, pero sólo él, o al menos eso parecía, sentía lo inmediato de la situación en el aire.

“Franklin dice que será combate cuerpo a cuerpo” dijo el hombre a su lado, pero no tenía fe en los rumores de un ejército en guerra. Nadie había podido predecir con exactitud qué ejercicios harían cada día; hoy no sería diferente. Ni si quiera se molesto en contestar.

En las pasadas tres semanas que había estado con esta compañía de soldados, había logrado sobrevivir manteniendo la cabeza baja y su boca cerrada. Era un patrón al que se había acostumbrado durante el pasado año en guerra mientras pasaba de unidad en unidad, siempre acoplándose, pero nunca quedándose demasiado en un mismo lugar. Cierto, no tenía amigos en estos rangos, pero tampoco tenía enemigos, y eso contaba más a su favor.

Esta mañana se habían levantado temprano, le habían dado un desayuno bastante decente para las condiciones a las que estaban acostumbrados, habían escuchado algunas órdenes y se habían establecido entre la espera y la presión tan comunes durante una guerra. Pudo conseguir un buen lugar junto a un árbol bastante delgado, lo que ofrecía un pequeño lugar seco en la humedad general de una mañana con rocío, listo para esperar y apreciando el silencio.

Lucy Gallestino, su líder de escuadrón, se deslizó hacia adelante – si se podía decir así; la mujer era decididamente pequeña – con instrucciones de último minuto.

“Ya todos tienen sus paquetes, cierto?” preguntó bruscamente.

“Que hay adentro?” vino una voz desde atrás, pero ella no se molestó si quiera en levantar la vista.

“Muy bien, ahora quiero que descubran su estómago y su pierna izquierda” gritó, en un tono que no daba lugar a más preguntas estúpidas, como si la órden fuera completamente normal. Y para un ejército en guerra, probablemente si tenía sentido.

Brinkley, usualmente el comandante de seguridad de retaguardia, tenía un rollo y algo más en su mano que era demasiado gordo para ser una varita.

Lucy seguía hablando. “Todos deben tener un número, así” Brinkley checó algo en el rollo, después tomó la cosa que estaba en su mano y pintó un número en su estómago y en su pierna, que contrastaba con su piel. Estaba marcada con el número 87.

Los típicos comentaríos burlones, palabras en doble sentido, acompañaron a Brinkley mientras este procedía a numerar a todos en el escuadrón. Él evitó deliberadamente ver a Brinkley mientras era marcado con el número 114 en ambos lugares, pero sintió un repentino escalofrío ante la implicación.

“Muy bien, cúbranse, he visto demasiada piel para ser tan temprano en la mañana” declaró Lucy, “Ahora acérquense más y les diré lo que sucederá hoy. En poco tiempo, esperámos estar peleando lo que será la batalla culminante de la Guerra, así que presten atención”

La platica y los murmullos cesaron al instante, como si ella hubiera invocado un hechizo silenciador. Más allá, los otros grupos estaban en iguales condiciones.

“Se ha tendido una trampa para atraer a la elite de los Mortífagos – hasta los más altos”, a pesar de que el ejército de la Orden había sido impulsado a usar el nombre de Voldemort, algunos aún lo encontraban imposible, después de años de evadirlo, “La carnada ha enganchado efectivamente al enemigo, creemos que ellos se dirigen a la trampa en este momento, y estaremos listos”

Lo que siguió fue una serie de ordenes y direcciones comunes en cualquier plan de batalla – cómo los detalles se aplicaban a ellos en particular. Cómo entrarían, y lo más importante, cómo saldrían. Dónde debían estar, y qué hacer en caso de que no estuvieran donde debían. Cómo debían pasar las ordenes que les daban y cómo detener los rumores. Y qué hacer si todo se iba al demonio en un santiamén.

“La mayor parte de la batalla, esperamos que esten sobre sus escobas, porque los Mortífagos han mostrado que su real debilidad está en el aire. Es como si no pudieran pensar tridimensionalmente como nosotros, parece que el lado de la luz se quedó con todos los jugadores de Quidditch” bromeó, y se escucharon algunas risas, “Muy bien, ahora viene el giro que han estado esperando, vamos, abran sus paquetes”

Alrededor de él, manos rompían el papel para abrir los paquetes. Sacó cada artículo con cuidado, identificando lo que podía al hacerlo. Ropa y zapatos comunes. Un frasco grande e irrompible, pesado y lleno con una poción opaca y oscura que reconoció inmediatamente - Polijugos. Y en el fondo, un artículo cuidadosamente protegido, que desenredó con cuidado y sostuvo en sus manos con súbito reconocimiento: unas gafas que eran sólo un poco menos identificables que su famoso portador.

Casi rió ante la ironía. Se iba a transformar en Harry Potter. Todos se iban a – un ejercito completo de Potters.

“Escuchen, han tenido suficiente entrenamiento con la poción Multijugos, así que deben poder digerirla sin problema. Creo que pueden deducir en quién se convertirán, y las gafas no son solo para la completa apariencia – las necesitarán para ver apropiadamente, así que tengan cuidado. Si pierden las suyas, búsquenme o a un líder de equipo para que les dé otro par”

Alrededor de él, las gafas se convirtieron en la fascinación de todos. Parecía que nadie podía resistirse a probarselas. “No puedo ver” dijo una voz petulante.

“No seas imbécil” dijo Lucy, “No podrás ver hasta que te hayas convertido en Potter”, murmuró en voz baja, “Idiota”.

El transgresor se disculpó.

Continuó como si nada hubiera pasado, “Como saben, Potter es un volador natural excelente, así que eso es una ventaja real en el aire, y por Merlin, no olviden tomar otra dósis cada hora” Levantó el frasco para enfatizarlo, “Recuerdense unos a otros”

Una mano titubeante se levantó en el aire, “Porqué debemos convertirnos todos en Harry Potter? No que me importe por supuesto, nos puedes decir eso?”

“Sí puedo, por razones que no nos han sido reveladas, Potter se ha convertido en el objetivo principal de los Mortífagos, lo han estado siguiendo por meses, y creen que lo emboscarán. Estaremos ahí para confundirlos, y al mismo tiempo, terminar con el ejército Mortífago”

Así que Potter había sido la carnada para su trampa. Lo era en realidad? Arriesgarían al verdadero Niño Que Vivió? O era más probable que Dumbledore estuviera ahí, transformado en Potter? Como era el mago más poderoso, sería una sorpresa formidable al atacar a los Mortífagos. Sí, como Lucy había dicho, esta batalla era contundente, eso solo podía significar que se esperaba la presencia del Señor Oscuro. El lado de la Luz tenía que sacar la artillería pesada, no una mascota de 19 años con una racha de buena suerte.

“Tendremos alrededor de 20 minutos para acostumbrarnos al cuerpo de Potter, querrán ponerse su ropa antes, a menos que quieran arruinar la propia” El grupo giró discretamente y evadieron ser atrapados chequeando a alguien, “Todos listos? Hasta el fondo”

Pudo pasar la poción sin las muecas que sus compañeros estaban haciendo. Estoicamente, sufrió el mareo y la dolorosa transformación de convertirse en un cuerpo que no era el suyo. Sin importar cuantas veces hubo practicado, jamás se acostumbró totalmente al horrible shock de transformarse en alguien más, pero ahora estaba orgulloso de que nadie tuviera un espejo. Notó que su visión borrosa no se aclaró, entonces recordó ponerse las gafas. Ya – mucho mejor.

“Quince minutos. Chequen sus varitas. Vayan por sus escobas y regresen aquí. Nos Trasladaremos en grupos”

“Hey, quien eres tú?” escuchó que una voz le preguntaba, una voz del pasado y levantó la vista alarmado. La vista de una docena de Harry Potters a su alrededor era fascinante e irreal.

“Soy Carmichael” respondió con la misma voz familiar, “Quién eres tú?”

“Soy Bevell” due la respuesta, “Esto es bizarro, verdad?”

“No me digas”

“Bueno, esto explica los numeros”, dijo Bevell, “Para que podamos saber quien es quién. Pero, realmente, es estúpido, siempre nos podemos preguntar unos a otros, no crees?”

Bevell era realmente estúpido, “No si estamos muertos” contestó.

Bevell palideció rápidamente, pero no tuvo la sensatez de callarse, “Oh, sí” dijo desentendido, “Esto debe ser bastante raro para las mujeres, ya sabes, con equipo nuevo, por así decirlo. Yo no lo puedo tolerar. Quiero decir, si quiero orinar, ahí estaré, con mis manos en el pene de otro tipo, me hace sentir como un marica”

No tenía ni el más mínimo deseo de hablar con alguien parecido a Harry Potter acerca de nada, mucho menos de los temas obvios que siempre eran sacados a relucir por alguien – usualmente era Bevell – acerca del aspecto sexual de transformarse en alguien más. No iba a checar su equipo nuevo a menos que fuera necesario. Dándo la vuelta, buscó sus tenis y metió sus pies ligeramente más largos en ellos.

El cuerpo de Potter no era tan diferente al de él – un poco más incómodo, aunque tal vez sólo era el desconcierto inicial causado por la transformación. Practicó un poco, estirándose, arrodillándose, girándo – hasta ahora nada iba mal.

Y volar en este cuerpo, en su nueva y reluciente Saeta de Fuego, era puro placer.


~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~



Si Dean no hubiera estado parado junto a Seamus cuando la poción hizo efecto, jamás lo hubiera reconocido.

“Por María y todos los Santos, Dean, mírate”

“Mírate tú Seamus”

“Siento como si me hubiera ido a dormir y desperté en la convención de Harry Potter. Es la cosa más rara que he visto” hecho un vistazo a su alrededor con una expresión de asombro en su rostro prestado.

Dean flexionó sus brazos y sacudió sus piernas después de la dolorosa transformación, “Así que esto es lo que se siente”

“Demonios, jamás he sido un fanático usurpador de Potter en mi vida. Esto no cambiará mi manera de pensar, sabes a lo que me refiero?”, Seamus rió, y no era la risa de Seamus en absoluto, era la de Harry, “Ahora, para alguien como Draco Malfoy, que siempre quiso ser Harry, sería como un sueño húmedo hecho realidad”

Pensó en algo, “Escucha, Seamus, Cómo se supone que nos reconozcamos? A mitad de la batalla, ya sabes?”

Seamus parecía preocupado, “Bueno, no te voy a enseñar mi número a cada momento, pervertido. Inventemos una palabra clave”

“Jugando a los espías otra vez? Bueno, Qué deberíamos usar?”

“Qué te parece los vecindarios en los que crecimos? Eso es algo que los Mortífagos no sabrán, o no entenderán”

“Está bien, entonces yo soy Barking, y tú eres Finglas”

“De acuerdo”

Pasaron los siguientes veinte minutos acostumbrándose al cuerpo de Harry, hasta que Dean empezó a sentirse más cómodo con sus habilidades. Lo más desconcertante era la diferencia de estatura – usualmente, él era la persona más alta de cualquier grupo, incluso más que Ron Weasley. Una vez, incluso juró jamás ir a América, donde definitivamente sería asediado con referencias de basquetball – ya había escuchado suficiente, incluso en Gran Bretaña. Siempre pensó que Harry era más pequeño, pero como todos alrededor de él eran de la misma estatura – al diablo, del mismo todo – su marco de referencia se había desvanecido.

Todo era demasiado extraño.

Su líder de unidad los rodeó y estiró un Traslador – una bufanda bastante fea de Ravenclaw, lo suficientemente larga como para que todos pudieran alcanzarla.

“Te veo del otro lado Dean” escuchó, antes de sentir la sensación de succión en todo su cuerpo.


~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~


Bayeza abafana bancane wema, Baphethe iqwasha, baphethe bazooka
Bathi "Sangena savuma thina, Lapha abazange bengena abazali bethu, Nabadala..."
Los niños vienen, traen armas caseras y una bazooka
Ellos dicen, “Hemos accedido a entrar en un lugar que jamás ha sido visitado
Por nuestros padres o nuestros ancestros, y ellos lloran por nosotros...”

One Man, One Vote - Johnny Clegg (Canción Zulu)



Dean había leído una buena parte de escenas de batalla en libros, y había sido engañado. Al contar una historia, el autor siempre se aseguraba que los planes y estrategias básicos, los movimientos importantes, las acciones de los líderes y otros personajes importantes, el flujo de las posiciones tomadas y conquistadas, y la triunfal y gloriosa conclusión, fueran detallados de manera razonable y lógica.

Estar en una batalla real era el caos.

Si sobrevivo a esto, tengo que leer el libro pensó frustrado. Se sentía como si estuviera pasando imágen tras imágen sin entender nada. Todo iba demasiado rápido y demásidado frenético como para entenderlo de verdad. Se escuchaban gritos y órdenes, persecuciones que mareaban y retiradas, flashes del enemigo cayendo o atacando, asesinando o siendo asesinado. Algunas veces, estaba solo por largos minutos, sólo para ser absorbido en una tormenta de actividad frenética rodeándolo y dejándolo atrás.

Pausó lo suficiente para tomar una dosis renovadora de Multijugos.

Perdió el rastro de Seamus después de la primer media hora. Repitió Barking a tantos Harry Potters y recibió la misma mirada soprendida tantas veces, que se sintió como si él estuviera ladrándo (N/T:Barking-ladrando) sin ser entendido y finalmente dejó de hacerlo. Debió entender la broma de Seamus acerca de los vecindarios. Tendría que recriminarle después.

Se impidió a sí mismo pensar que Seamus podía no regresar de esta cacofonía de ruido y calor. Apenas tenía tiempo de pensar.

La fatiga estaba empezando a agobiarlo cuando el primero, y después más y más Harry Potters pasaron a su lado con la noticia, “Lo has escuchado? Potter mató a Voldemort, los Mortífagos están rompiendo filas y huyendo”

Desafortunadamente, no todos los Mortífagos. Dean y su grupo estaban permitiendo cuidadosamente la salida de una pequeña patrulla de Mortífagos que habían atrapado – nadie pelea tan deseperadamente como alguién que piensa que está rodeado – pero los imbéciles no hacían nada. Su oponente casi lo estampa contra un árbol, uno de los otros Potter lo ayudó, pero era demasiado tarde. Dean cayó de su escoba, sintió como su rodilla se torcía en una manera en que las rodillas no debían torcerse y después cedió bajo su propio peso. Lo último que recordaba, era un hechizo Aturdidor invocado en su dirección.


~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~



Un desafortunado efecto de la poción Multijugos es que su duración podía extenderse si el que la ingería estaba consiente. Si no, la apariencia adquirida permanecía a veces hasta por un día, dependiendo de cuándo había sido ingerida la poción. Lo que significaba que, para colmo, Hermione, la medibruja de apoyo había estado ayudando a la recuperación de cualquier víctima que pareciera Harry Potter. Era una pesadilla psicológica, no saber quien estaba herido o quién estaba muerto – todos se veían como Harry.

Cuando Dean despertó, casi todos habían regresado a su forma original, incluido él.

Desde este punto de ventaja, en una cama del campamento cerca de la puerta, observóal equipo de recuperación chequeando a sus pacientes, la tensión alrededor de ellos era tan densa que la podrían haber roto con la palabra equivocada. Uno por uno, cuerpo a cuerpo, las manos de Hermione se estiraron, levantaron una camisa que revelaba un número y se congelaban ahí hasta que el nombre correspondiente era anunciado – sería un extraño o un amigo? Dumbledore? Incluso el verdadero Harry?.

“Número 114” reportó Hermione a un joven que sostenía una tablilla demasiado muggle.

"David Carmichael."

Todos se relajaron un poco, pero Dean sintió un poco de culpa ante la manera en que lo desecharon. Charmichael era alguien con quien había peleado lado a lado por las ultimas tres semanas. Era un tipo común – parecía que era de Somerset, si se podía deducir por su acento – con el cabello castaño oscuro y ojos negros y enojados. Rara vez hablaba, no socializaba, jamás mencionaba a su familia, y siempre había sido considerado una persona rara y solitaria. Pero tenía un buen ojo para la observación, jamás retrocedía ante una batalla, y odiaba a Voldemort mucho más de lo que lo odiaba nadie que él conociera. Casi tanto como Harry.

Pobre tipo.

“Muerto?”

Hermione levantó la vista, y sonrió brevemente al reconocerlo. “Dean, no me dí cuenta de que estabas aquí. No, sólo esta inconsiente, lo conoces?”

“Algo. Está en nuestra unidad, es algo raro. Aunque me alegro que se vaya a recuperar”

“Qué me dices de tí – estás bien?”

Regresó la sonrisa, “Sí, me caí de mi escoba casi al final y ya ves, me lastimé la rodilla. Probablemente esa es la razón por la que no juego para los Chudley Cannons”, una mala broma, pero ella la aceptó como el ofrecimiento que era.

“Pero esa no fue tu culpa, no realmente – puedes culpar a Harry, lo sabías?” bromeó en voz baja.

“Cierto, eso fue algo raro. Toma un tiempo acostumbrarse, siendo tan pequeño. Sin mencionar que era un verdadero problema mantener las gafas en su lugar. Diablos, ahora ya sé porque siempre las rompe” se puso ligeramente sombrío, “Hermione – alguien que conozca por aquí?”

Su boca se apretó fuertemente, “Algunos Dean. Supongo que deberíamos estar agradecidos de que nuestras pérdidas fueron pocas, pero sí, algunos”

Sus órdenes debieron ser que mantuviera todo en secreto; él tendría que esperar hasta ver quienes eran, pero no se pudo detener al preguntar, “Seamus?”

Ella se relajó, “No, lo ví picándose la nariz hace poco, buscándote, creo”

El compañero de Hermione los veía de manera impaciente, y ella regresó a sus deberes con un asentimiento, “Te veré después, si puedo”

Se recargó en su almohada, intentando absorber los detalles de la confusión general, como el artista que era. Aunque nunca podría dibujar esta escena.

El Harry Potter que era Carmichael estaba removiendose a su lado, cambiando gradualmente. Con creciente curiosidad, se concentró en el otro hombre, viendose inmerso al observar el proceso de cómo la Poción dejaba de hacer efecto. La piel empezó a burbujear y a alterarse, parecía que horribles insectos estaban caminando y alimentándose bajo esta. Se sintió un poco enfermo, pero no dejó de ver. El cabello negro empezó a aclararse y a crecer, las facciones se estaban alterando, haciéndose familiares. Pero algo no estaba bien. La barbilla, la nariz, lo pómulos – ninguno de éstos era familiar de las noches en las que había patrullado con Carmichael. Eran demasiado pronunciados, demasiado angulares, el cabello no era del color de la miel quemada que sabía, debía ser. Estaba apunto de llamar a Hermione para decirle que había cometido un error, que debió leer mal el nombre. Pero la urgencia de llamarla desapareció rápidamente.

“Madre Santa”, el hombre junto a él ya no era Harry Potter, pero tampoco era David Carmichael. Un par de ojos fueron revelados y se fijaron en él ante su pequeña exclamación, “Dios mio, Draco Malfoy”

Por un extraño momento, la cara que acababa de identificar pareció cambiar, pareciendose cada vez más a la de Carmichael. Así que le dió la terrible sensación de estar viendo a dos personas al mismo tiempo, entonces, súbitamente, la pretención se desvaneció, y estaba viendo nuevamente a su antiguo compañero de Hogwarts.

“Estoy demasiado débil” murmuró Malfoy, “Ya no lo puedo mantener”

Dean se dió cuenta de lo que acababa de decir, “Entonces era algun tipo de hechizo de glamour”

“Sí, qué demonios me sucedió allá afuera? Me siento del demonio”

“No lo sé”

“Y la batalla? Qué - ?”

“Voldemort está muerto. Se terminó”

Los ojos de Malfoy se cerraron, Dean no se atrevió a asumir si era de enfado o de alivio. Entonces los abrió lentamente y lo observó cuidadosamente.

“Entonces... No estás gritando como loco Thomas, porqué?”

“No, estoy en shock, eso es todo”

“No es tu deber reportar a un espía Mortífago?”

Se tomó un tiempo antes de responder, con Malfoy obervándolo como un halcón todo el tiempo. “Si fueras un espía Mortífago, te reportaría, sí. Pero no estoy seguro de que eso sea lo que eres. No sé lo que haces aquí pero yo – bueno. Cualquier otra persona estaría gritando, supongo” lentamente estaba pensando más concretamente, “Pero sé algo que ellos no”

Malfoy no dijo nada, aunque su mirada seguía siendo intensa.

“No sé como, y definitivamente no sé porqué, pero de alguna manera tú nos rescataste a Seamus y a mí la noche que nos capturaron los Mortífagos. No recordamos qué sucedió, pero fuiste tú, estoy seguro”

“No recuerdas, pero crees que yo te salvé? Que desgraciado Gryffindor eres”

Dean conocía el sarcasmo como arma de defensa, “Sí, lo soy. Un Gryffindor que sabe quienes son sus amigos. Pero parece que no me vas a decir lo que sucedió, cierto?” observó atentamente al otro hombre, pero no obtuvo respuesta. “Supongo que tienes tus razones. Tal vez algún día eso cambie. Pero sé lo que sé”

Malfoy dejó salir un bufido irritado, “Lo que sabes – bueno, yo no apostaría nada por lo que sabes”

“Conozco a Carmichael? Existió realmente esa persona?”

“No Carmichael, solo yo”

Intrigado, Dean giró en su cama para ver directamente a Malfoy “Cómo lograste engañarlos a todos?”

“Tú fuiste el más difícil – me conocías. Los glamours sólo pueden hacer un tanto. Mantenerlos te drena. Tenía cuidado de no estar mucho cerca de tí. Sólo de noche, cuando la luz no era tan buena. Otras veces – bueno, digamos que te ayudaba a creer lo que quisieras creer. Es un viejo truco Mortífago”.

“Te metiste con mi mente?”

Malfoy no contestó.

“Cuanto tiempo has estado en esto? Sólo has estado con nuestra unidad muy poco –“

“Lo suficiente, no me quedo mucho en el mismo lugar”

“Entonces, porqué? Porqué estás aquí? Porqué el disfraz?”

Malfoy se le quedó viendo, “Me vas a decir que hubiera sido recibido con los brazos abiertos? Yo? Hijo de Lucius Malfoy? Ubícate Thomas”

Dean notó que Malfoy había evitado responder a la pregunta de porqué estaba ahí, pero lo dejó pasar. Era algo sobre lo que jamás escucharía la verdad.

“Qué haras ahora?”

“No lo sé” fue lo que pudo decir Malfyoy en un intento fallido de su sonrisa maliciosa de la escuela antes de cerrar los ojos, dió vuelta y se recostó sobre su costado con un gemido apenas audible, se hundió nuevamente en la inconciencia.

Lo observó por un largo rato. Entonces se acercó lentamente y jaló un poco la delgada manta, cubriendo la cara del otro hombre y el pálido cabello, y lo dejó dormir.


~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~

Melhor seria ser filho da outra
Outra realidade menos morta
Tanta mentira, tanta força bruta

Sería mejor ser el hijo de otro,
Otra realidad, una menos muerta
Tantas mentiras, tanta fuerza bruta

Calice - Gilberto Gil/Chico Buarque (Canción portuguesa)


Qué te pones para el juicio de tu padre y su posible ejecución?, se preguntó Draco, mientras repasaba su guardaropa con ojo crítico.

Probablemente algo que se confundiera con el atuendo de un funeral, al menos eso suponía, y definitivamente tenía demasiada ropa de ese tipo de la cual escoger. En las últimas semanas, había hecho un espectáculo involuntario de sí mismo, llegando sin anunciarse a los servicios funerarios de los miembros de la Orden, ganándose rudas miradas y rechazos de los familiares y amigos que no habían aceptado totalmente el hecho de que él era uno de los espías secretos que les dieron la victoria.

Presentarse en los funerales se había convertido, en parte, en otro acto de desafío, y en parte, en una muestra de apoyo para Severus. Draco estaba determinado a no dejar sus contribuciones a la victoria en el pasado. No había pedido por este rol mucho más de lo que Potter lo había hecho; debería estar demente para dejar al mundo mágico olvidarlo.

La peor parte, por supuesto, fue el funeral de Dumbledore, un uncreíble espectáculo al que fue, casi todo el mundo. Después de los primeros cinco minutos de miradas y no tan silenciosos murmullos, se pegó a Severus como una sanguijuela. Dumbledore, convertido en Potter, o al menos eso creía, había asestado el golpe fatal a Voldemort pero al hacerlo, había infringido su propia muerte. Aparentemente había existido una críptica profecía que decía que sólo Potter podía matar al Señor Oscuro; en la irónica manera de las profecías, el Dumbledore disfrazado había, de alguna manera, cumplido la condición.

El verdadero Harry Potter había sobrevivido. Draco se sorprendió al estar agradecido por esto. Aún así, dejó el funeral de Dumbledore antes de que la elite Gryffindor que acompañaba a Potter hiciera su aparición.

Recorrió su closet lentamente. Su madre querría que su apariencia fuera respetuosa, a pesar de que él no sintiera nada remotamente parecido. Su inclinación era, de momento, aparecer a las puertas de la corte del Ministerio usando el uniforme de Hufflepuff, o ropa muggle bastante escandalosa, o incluso prendas de papel. Cualquier cosa para declararle formalmente al mundo que él y Lucius no eran del mismo linaje, de la misma familia. Del mismo Universo.

Dejó de lado una túnica de lino negro – se arrugaría horriblemente y el juicio prometía ser largo – y se puso una túnica de lana azul marino. Por un momento, jugueteó con la idea de usar su Orden de Merlin, pero dejó la idea de lado pues parecía demasiado pomposa. Nadie que lo viera sabría qué hacer ante tal gesto.

“Amo Draco visitará a su madre antes de irse?” preguntó Sully.

“Por supuesto” respondió sin molestarse en voltear.

La recién encontrada neutralidad de su madre y su flexibilidad Slytherin habían venido en su ayuda en el momento de la caída de Voldemort. Una vez que Lucius se hubo ido, ella se deshizo de cualquier posible afinidad para con el lado derrotado. Su naturaleza pragmática les permitió a ambos vivir en estudiada cortesía, sin llegar al verdadero afecto.

Pero su pena por Lucius era lo suficientemente real.

Entró a la habitación de su madre y sus ojos se ajustron a la oscuridad. Narcissa no dormía; esperó silenciosamente en la semioscuridad, viéndolo acercarse a su cama con sus pálidos y tristes ojos. Todos habían acordado que su presencia no era necesaria en el juicio – incluso sin considerar que había estado pasando los últimos días bajo el efecto de una poción que Severus había hecho para ella días atrás. Parecía calmarla como nada más – incluido su hijo – había podido.

“Buenos días Madre” dijo, mientras besaba la pálida y delgada mejilla.

Lumos” dijo en respuesta, causando que las luces brillaran poco a poco. El casi deseó que dejara la habitación a oscuras, porque odiaba verla tan abatida, “Te ves muy bien”

No respondió al halago. “Estaré fuera todo el día. Redmund te enviará una lechuza tan pronto como haya alguna decisión” pretendió, más por ella, que el veredicto no estaba dado. Como si la única decisión que quedaba por hacer no fuera entre el beso del dementor o la muerte inmediata.

“Desiree Crabbe prometió venir y esperar conmigo esta tarde si es que podía desocuparse un momento”

Esperaba, por su bien, que su antigua amiga hiciera un esfuerzo, que no era del todo garantía. La Sra. Crabbe estaría enfrentando la misma situación la próxima semana cuando su esposo tuviera su propio juicio, y se encontraría necesitando el mismo apoyo. Aún así, había escuchado de Sully, que la otra mujer casi nunca estaba sobria por las tardes.

“Será mejor que me vaya. La conexión Floo del Ministerio estará sobrecargada si espero más”

Asintió lentamente pero no dijo nada.

Titubeó, sin querer decir nada pero sintiendo que debía decirle algo confortante. Si lo que eso era tenía que ser un consuelo falso y efusivo, no dejaba lugar a dudas. “Se terminará pronto”

Levantó la cabeza un poco, “Y no serás llamado a testificar?”

“No” Ya había suficientes informantes que deseaban testificar contra Lucius, y los Aurores estaban siendo distintivamente generosos con él.

“Entonces eso es bueno” ella desvió la mirada y él le dió un ligero apretón a su mano helada.

Notó al elfo doméstico en la puerta, “Vigílala hoy” ordenó en voz baja mientras pasaba.

Sully respondió, “Yo sí Amo Draco, usted no preocuparse, Sully traerá el té para la Señora Malfoy, y Sully sabe donde guarda el Sr. Snape la poción”

Draco había asisitido al ministerio para dar testimonio tan seguido en las últimas semanas, que el guardia lo reconoció y lo saludó desde lejos. Las multitudes se estaban amontonando con la futil esperanza de entrar en la sala en la que se suponía sucedería el que prometía ser uno de los mejores juicios de la década. Incluso después de expandir la sala para dar lugar a las familias sobrevivientes de las víctimas de Lucius, se había hecho un sorteo para los cientos que estaban ansiosos por acaparar uno de los asientos sobrantes.

Se tomó un momento para deslizarse a una esquina poco concurida e invocó un rápido glamour en sí mismo. Habían pasado semanas desde que se disfrazara de David Carmichael, e incluso después de meses de usar el disfraz antes de que la guerra acabara, se sentía incómodo. Aún así, por su propia seguridad, consideró prudente el no ser visto como él mismo en los pasillos llenos de magos y brujas que podían no considerar que había una gran diferencia entre Lucius Malfoy y su hijo.

Había una gran cantidad de gente en el ascensor, por lo que decidió evitar la fila y tomar las escaleras. Descendió sin ser notado, feliz por la oportunidad de estirar las piernas antes de lo que prometía ser un largo día sentado. Ya estaba tenso, y no esperaba que la tensión disminuyera.

El ruido de muchas voces lo guió hasta el nuvel más bajo de las oficinas del Ministerio y la pesada puerta de madera de la Sala de Audiencias No.8. Se encontró formado en una fila que iba pegada a la pared.

La seguridad había aumentado considerablemente. Le sorprendió el encontrarse con que las varitas no estaban permitidas en la Sala, sólo por este Juicio, y un equipo de Aurores estaba viendo que las varitas fueran entregadas y resguardadas. Mientras se acercaba a la persona que iba a recoger su varita, el mago a su izquierda discutía el hecho de entregarle su varita al Auror.

“Es realmente necesario?”, escuchó que preguntaba con voz grave el señor.

“No se permiten varitas” repuso el Auror, y Draco pudo sentir que el hombre había repetido esa frase mucho más de lo que debía. Aún así, era bastante raro que confiscaran las varitas, y la resistencia del mago no era sorpresa.

“Esta varita no ha salido de mi posesión por sesenta y tres años” insistió.

“Si el caballero no quiere entregarla, hay suficientes visitantes que estarían gustosos de tomar su lugar en la Sala”, el Auror observó al mago directamente. Finalmente, el recalcitrante señor entregó su varita sin ninguna otra palabra.

Después de que Draco le dió su varita a una bruja con la pinta de estar siempre alerta, se encontró con que su mano estaba siendo fuertemente presionada en un suave velo, el cual se enredó confortablemente alrededor de su palma y sus dedos, amoldándose para formar su agarre como una segunda piel. Ante la orden de la bruja, el velo cayó suavemente en la mesa, y ella puso su varita sobre éste.

“Nombre?” preguntó la bruja.

Intentó mantener su voz baja, “Draco Malfoy”

Instantáneamente, el velo se enredó herméticamente alrededor de la varita, y el paquete voló a través de una barrera brillante que había detrás de ella, donde había aún más aurores asegurando las varitas. Ahora sólo la mano que concordara con la impresión en el velo podía retirar la varita de su celda de seguridad.

Logró romper la rutina matutina de la bruja, o al menos eso notó. Ella lo estaba viendo como si fuera algún tipo de animal prohibido, pero al menos ella no empezó a buscar su propia varita. Supuso que debía estar agradecido.

“Ya terminamos?” tuvo que preguntar, y ella se sacudió antes de adoptar un expresión de fingida pasividad antes de asentir.

Esperó un momento después de entrar a la Sala, manteniendo su espalda hacia la gente y fingiendo estudiar una pintura de Earl de Duncastle, para permitir que su glamour se disipara. Con todo el mundo sin varita, decidió que su bienestar estaba asegurado – bueno, eso podría ser hasta que alguien decidiera atacarlo con los puños – y a él no le importaba gastar toda su energía en mantener su fachada todo el día. Earl, viendo su transformación, murmuró, “Buen show joven” y Draco le regaló una ceja levantada y una sonrisa en su mejor estilo Malfoy.

Severus había estado vigilando la puerta, y captó su mirada mientras daba la vuelta. Draco asintió en reconocimiento y sorteó su camino alrededor de una bruja especialmente grande que, pudiendo deducir al escuchar su incesante parloteo, esperaba el resultado del juicio con visible entusiasmo.

“El Avada es demasiado bueno para él” Estaba diciendo, gesticulando dramáticamente y casi tirando a Draco con uno de sus enormes brazos. Pudo al fin, pasar alrededor de ella, pero afortunadamente ella no le prestó atención, estaba tan inmersa en su diatriba, “Asesinó a mi hijo y a su esposa – ella era de origen Muggle – estaban tomando el té cuando sucedió...”

Notó que no podía recordar cuál familia pudo ser. Había demasiados; se mezclaban en la horrible recolección. Una familia muggle desaparecida, un hermano y una hermana huérfanos, un soldado atrapado y torturado, un hostal hecho cenizas. Todo pudo haber sucedido en un día de trabajo de Lucius Malfoy, el Mortífago letalmente eficiente.

Pero si Draco no podía recordar, esta Sala estaba a reventar de aquellos que si podían – cada detalle, cada terrible accipon, cada muerte despiadada – porque Lucius Malfoy les había arruinado la vida. Todos estaban aquí hoy para dar testimonio y para asegurarse de que el Wizengamot hiciera lo mismo con él.

Con un suspiro, se sentó en el lugar vacío junto a Snape en una sección sospechosamente vacía, “Severus” dijo a modo de saludo. Cómo podría haber dicho ‘Buenos días’?, ambos sabían que estaba muy lejos de ser así.

“Draco. Cómo está tu madre hoy?”

“Como de costumbre” eso aniquiló cualquier tipo de conversación.

El sonido de la multitud cambió perceptiblemente, llevando su atención hacia el grupo que estaba entrando. Severus también notó el cambio en la Sala, intercambiaron miradas. Ninguno necesitaba una confirmación de por quién era tanto alboroto.

Potter.

Iba flanqueado por su usual grupo Gryffindor – Granger, Longbottom, Thomas, Finnigan, y un considerable número de Weasleys. Su séquito lo rodeaba como si fueran guardaespaldas, lo que no estaba muy lejos de la realidad. La gente en la multitud cercana se acercaba más hacia los recién llegados, como si Potter fuera un imán y ellos estuvieran hechos de hierro.

Potter había sido parte de los pensamientos de todos y de sus conversaciones por tanto tiempo, durante la guerra y en las semanas que seguían a la batalla final, que Draco se dió cuenta con un sobresalto, de que no lo había visto en persona – ignorando los cientos de Potters volando durante la última batalla – desde su última noche en Hogwarts. La noche en que se habían besado. En los años siguientes, se convenció de que su comportamiento tan inapropiado sólo había sido un ridiculo intento de aferrarse a los últimos restos de su inocencia escolar. No se había permitido preguntarse porqué Potter lo había besado en respuesta. Pero si eso era verdad, entonces porqué le enviaba su cerebro señales ansiosas ante la vista de su antiguo adversario? Porqué se sentía tan incómodamente ennervado ante la mira vista de él?

“Ya podemos morir tranquilos” dijo Severus, para que sólo Draco lo escuchara, en un tono cargado de sarcasmo, “El chico dorado ha llegado”

Después de todo lo que le había pasado desde que dejara Hogwarts, Draco se encontró con que su antipática animosidad hacia Potter se había devanecido considerablemente. Había pasado por encima de la ira infantil sin darse cuenta de ello, y asumió que todos lo habían hecho, así que se sorprendió al escuchar la amargura en el comentario de Severus.

Potter se veía practicamente igual a como se veía esa noche, tal vez un poco más ancho en los hombros y algunos otros músculos desarrollados por la guerra. La diferencia más notable, era la apariencia demasiado seria de su mirada y su expresión cautelosa.

El grupo avanzó a través de la Sala, hasta que Draco se dió cuenta de que se dirigían a la sección relativamente vacía en la que se encontraban. Potter se adelantó a sus protectores y se paró frente a él. Sintiéndose distintivamente en desventaja, se levantó rápidamente para quedar cara a cara y estuvo complacido al encontrarse con que era ligeramente más alto que el otro hombre. No mucho, pero lo suficiente.

Potter estiró su mano y dijo, “Malfoy”

Draco estuvo distantemente consiente del grupo de fotógrafos que había cerca, listos para capturar esta ocasión histórica. Sintiéndose observado, respondió de la única manera posible, esperando que su propia mano no estuviera sudorosa por los nervios, “Potter”

A su lado, Severus jadeó.

Potter no retiró su mano tan rápido como Draco pensó que lo haría, en vez de eso, prolongó el toque por un largo rato. Se preguntó si lo estaba haciendo por el mero beneficio de los fotógrafos.

“Lo lamento” fue todo lo que dijo Potter, aunque, porqué lo lamentaba – la atención de la gente concentrada sobre ellos con curiosidad no disimulada, o el trauma del juicio de su padre, o tal vez toda su horrible historia – no lo especificó.

“Lo sé” respondió, aunque no era lo que quería decir, en absoluto.

Potter guió a su grupo hacia la fila de asientos que estaban vacios, deteniéndose para estrechar brevemente la mano de Snape. Severus no se molestó en ponerse de pie. Dean Thomas tomó asiento justo a un lado de Draco y le dió un saludo inesperadamente cálido.

Su respuesta fue interrumpida por el fuerte eco de la puerta de la sala al cerrarse, lo que capturo la atención de todos y redujo el ruido hasta que sólo fue un pequeño murmullo. Al mismo tiempo, dos puertas – una a la derecha de la plataforma y una a la izquierda – se abrieron. De la primera puerta, salieron los elegantes miembros del Wizengamot, callados y serios, tomando asiento detrás de las mesas hermosamente talladas. Había huecos notables entre los lugares – notó que los miembros que habían sido asesinados en la guerra aún no eran reemplazados, probablemente era una declaración implícita de porqué estaban ahí.

De la otra puerta, vió que entraban cuatro Aurores alrededor de la alta figura de su padre; marcharon lentamente hasta el centro de la sala y se detuvieron frente a los jueces. Sus abogados lo siguieron. Draco sentía como si todos en la habitación pudieran escuchar los latidos de su corazón, así estaba de afectado ante la vista de su padre después de meses de no verlo. Pero la atención de la audiencia estaba fija en Lucius, y reaccionaron con diversos siseos y murmullos, hasta que se escuchó una voz fuerte.

“Basura Mortífaga, asesino”

Esa solitaria voz fue seguida de otra, y después otra más, hasta que los gritos eran insoportables. Su padre, congelado en su lugar entre los guardias, no mostró ninguna señal de haberlos escuchado.

“Silencio” fue la orden que dió el mago más conspicuo, obviamente el nuevo Jefe del Wizengamot. Draco buscó en su memoria el nombre – Eurybiades Tabernash. Draco lo recordaba de previas declaraciones hechas al Ministerio, aunque no se había percatado de su posición en ese momento.

Lucius fue llevado a la solitaria silla en el centro de la Sala. Mientras su padre tomaba asiento, Draco observó como fuertes cintas de piel se ataban firmemente alrededor de sus tobillos y muñecas, uniéndolo al asiento. Se había dicho a sí mismo que no iba a ver a Lucius, pero ahora no podía ver nada más. La última vez que lo había visto, fue la mañana de su descubrimiento, y ninva tuvieron oportunidad de despedirse. El destino se había asegurado de que ya nunca tuvieran otra oportunidad.

Uno de los miembros del Wizengamot – una bruja de voz melodiosa – empezó a leer los cargos del Ministerio contra su padre. La longitud del rollo le dejó saber que ella estaría leyendo por un buen rato. El simple número de ofensas era abrumador. Algunas de ellas, Draco las había presenciado, algunas solo había escuchado que sucedieron, y algunas eran nuevas. Cada ofensa digna de la cárcel y la pena capital.

Su padre no tenía oportunidad de salir de esta.

La bruja finalmente terminó, y Tabernash se dirigió a su padre directamente. “Usted es Lucius Malfoy?”

Hubo una larga pausa, sin duda alguna era una provocación, estaba seguro, “Sí”

“Tiene algo que decir acerca de los cargos que hay en su contra?”

No hubo respuesta. El representante de su padre, Lysander Redmund, se levantó de su lugar un poco atrás de Lucius y habló, “El Sr. Malfoy no desea testificar a su favor”

“Muy bien” dijo Tabernash, con evidente alivio. Su negativa probablemente haría el juicio más fácil, aunque probablemente no tan breve.

Un pequeño mago se adelantó para retirar la cubierta que había en una mesa cercana. Draco reconoció el contenido – botella trás botella de Veritaserum, una pequeña dosis para cada testigo. Prometía ser un largo día.

El Ministerio había escogido empezar con los testimonios de los pocos sobrevivientes que Lucius había dejado atrás, intercalados con los testimonios de los seres queridos de aquellos que no habían sido tan afortunados. Aparentemente, los testigos habían sido escogidos por su habilidad para hablar, pero aún así, después de varias horas, las palabras empezaron a tener una horrible similitud.

“Antes de que pudiéramos ocultarnos, conjuró la maldición asesina sobre mi esposo y ví la luz verde...”

“... y después me apuntó con su varita y lo escuché decir, Crucio...”

“... él gritó Incendio, y toda la habitación se prendió en llamas, apenas pude salir vivo...”

“... después de que asesinó a los diez mientras dormían...”

“... entonces me torturó por lo que parece fueron horas, y entonces él estaba...”

“... sonriendo todo el tiempo, como si lo disfrutara...”

“... había sangre en todos lados...”

“... y sólo eran niños pero él...”

El único sonido que era diferente era el abrir y cerrar de la puerta de la Sala después de que uno y otro asistente descubría que las imágenes eran demasiado gráficas para sus estómagos y escogían salir discretamente.

Potter era el siguiente testigo, para la dicha implícita de la multitud. Bajo el Veritaserum, relató desapasionadamente el rol que tuvo Lucius en la resurrección de Voldemort y sus actividades en el Ministerio cuando Sirius Black fue asesinado, dos historias que Draco jamás había escuchado desde la perspectiva de la Orden. Potter se había hecho más articulado en los últimos años, y su escalofriante testimonio tenía a la audiencia al borde de sus asientos. Después de casi una hora de intrigante narrativa, fue despedido, pero Draco pensó que El Profeta estaría contando una y otra vez su historia en las próximas semanas.

“El Ministerio llama a Severus Snape a dar testimonio”

Por primera vez en el día, Lucius reaccionó ante un testigo, dándole a Severus una mirada de asco y diciéndole “Traidor a la sangre”, pero Severus no reaccionó, ni si quiera vió a su padre. Tomó su dosis sin decir una palabra.

“Cuál era su misión para la Orden del Fénix?” le preguntó Tabernash.

“Era espía entre los Mortífagos, tuve suerte de permanecer sin ser detectado hasta el día de la batalla final”

“La Orden tenía conocimiento de sus acciones al estar como espía?”

“Sí, por supuesto, les reportaba de las actividades Mortífagas con toda la frecuencia que podía”

“Y usted ayudó a tender la trampa que llevó a la batalla final entre Harry Potter y Voldemor?”

“Tomé parte, sí”

“Y por su servicio el Ministerio le otorgó la Orden de Merlin, es correcto?”

“Sí”

Tabernash lo guió a través de algunos testimonios previos, buscándo y confirmando las ofensas de las que se acusaba a Lucius. La atención de Draco empezó a desviarse, hasta que escuchó a Tabernash preguntar, “Tenía usted conocimiento de la existencia de otros espías entre los Mortífagos?”

“Sí?”

“Quienes?”

“El primero era el hijo de Lucius Malfoy, Draco”

Su corazón empezó a latir más rápido, y deseo haber puesto más atención. Qué había llevado al Wizengamot a preguntar acerca de otros espías de la Orden? Había esperado – en vano por supuesto – que cualquier cosa relacionada con su servicio fuera excluida del juicio. Las cabezas giraron en su dirección.

“Cuándo empezó a trabajar Draco Malfoy para la Orden?”

“Él me buscó cuando aún era mi estudiante en Hogwarts, apenas tenía dieciseis años. Trabajé con él y lo entrené por varios años antes de que su padre lo llamara a convertirse un Mortífago, justo antes de que iniciara la guerra?”

Draco estaba consiente del creciente escrutinio con el que lo observaban los sorprendidos Gryffindors, pero se rehusaba a dejarlos atrapar su mirada.

“Draco pudo quedarse con los Mortífagos por casi un año” añadio Severus, “Servimos juntos en el cuartel general de los Mortífagos”

“Porqué se fue?”

“Fue una decisión que le pedí tomara. Dos miembros de la Orden habían sido capturados, y uno de ellos tenía información que hubiera llevado a la captura de Harry Potter. Draco les ayudó a escapar entes de que pudieran ser interrogados, lo que lo expuso como un espía de la Orden. Por su trabajo contra los Mortífagos el Ministerio le reconoció con una Orden de Merlin”

Severus estaba siendo increíblemente elocuente con sus respuestas, contrario a lo que antes había dejado saber en los entrenamientos. Aparentemente, no creía que el reconocimiento público de Potter hacia Draco fuera suficiente para terminar con la creencia de que Draco no era Lucius. No que su testimonio fuera de mucho valor -–la reputación de Severus era marginalmente mejor que la de Draco.

“Hubo otros entre los Mortífagos, que trabajaran parala Orden?”

“Uno más. Gregory Goyle”

Era el turno de Draco de sorprenderse – no había sido Gregory un Mortífago todo el tiempo?”

Aparentemente no. “Goyle vino a mí después de que se fue Draco. Dedujo que Draco había estado trabajando para la Orden y estaba determinado a reemplazarlo de la mejor manera”

“Dónde esta ahora?”

“Está muerto. No tuvo entrenamiento para encubrirse y no era muy bueno en eso. Fue descubierto poco antes de la batalla final. Su padre lo mató”

Draco sintió un repentino ataque de ira en su interior, y le tomó todo su autocontrol el quedarse impasivo. Sus puños se apretaron en su regazo mientras sentía como se encajaban las uñas en sus palmas. La violenta reacción debia ser dirigida hacia los Mortífagos – lo sabía – pero en vez de eso, se dirgió hacia todos – hacia Severus por no decirle acerca de Gregory hasta hoy, enojo con Dumbledore por no forzar a Gregory a que se quedara en Hogwarts y una ira especialmente voraz hacia sí mismo por su inhabilidad para proteger a su amigo de tanto tiempo, el chico que lo único que quería era ser como Draco, y quién pagó por su lealtad con la muerte a manos de su propio padre.

Justo en ese momento, Lucius giró su cabeza y lo vió directamente con una sonrisa calculadora y brutal. Estaba agradecido de que en ese momento no tenía su varita, porque lo podría haber matado en un santiamén sin un atisbo de remordimiento.

Pero se contentaría con que el Ministerio lo hiciera por él – eso claro, si se sentían piadosos. Si no, lo transportarían a Azkaban y dejarían que los dementores lo acabaran.

El Wizengamot se tomó sólo cinco minutos en llegar a un veredicto en contra del notable Mortífago Lucius Malfoy. Hoy no estaban de ánimo piadoso. Su padre fue condenado a vivir el resto de sus días presumiblemente contados, como un caparazón vacío, sin su despreciable alma. Besado.

Draco se aprovechó de la resultante celebración para dirigirse a la puerta, reclamar su varita y escapar del Ministerio tres pasos antes que los reporteros, la multitud, y Harry Potter, quien, inexplicablemente, intentaba alcanzarlo.

No supo porque pasó por alto la Red Floo, en vez de eso, permitió que su loca huída lo llevara a través de las puertas del Minsterio y hacia la calle. Logró perder a Potter, pero conociendo su naturaleza tenaz, probablemente no lo esquivaría por mucho tiempo. Sintió la necesidad de seguir moviéndose – cualquier cosa que lo ayudase a sacudirse las horas de inactividad y el shock del veredicto.

La vista de una lechuza mensajera persiguiéndolo mientras escapaba lo detuvo al instante. Era increíblemente raro ver a una lechuza en busca del destinatario en una calle concurrida, y alcanzó el mensaje con genuina sorpresa.

No dejaremos que tu traición pase inadvertida. Narcissa y Lucius no estarán separados por mucho tiempo

El estupor lo arrasó de golpe. Por interminables momentos, solo pudo quedarse ahí parado viendo a ningún lugar en particular, ignorante de las curiosas miradas de los transeúntes.

Potter por fin lo alcanzó – acababa de llegar o llevaba ahí de pie algún tiempo, sus ojos solidarios y curiosos detrás de sus ridículas gafas? Sin una palabra, le entregó la nota y se Apareció, de regreso en la Mansión donde sabía, sin lugar a dudas, que llegaría demasiado tarde.

Sully – no muerta solo inconsiente – estaba desparramada en el pasillo afuera de la habitación de su madre, y la dejó ahí por un momento.

Abriendo la puera, logró dar unos pasos dentro de la habitación antes de que la fuerza lo dejara por completo.

Narcissa estaba muera, eso era claro.

Era un mensaje ejecutado al más puro estilo motífago. Su asesinato había sido planeado para causar la menor cantidad de sufrimiento a la víctima – pudo deducir que murió instantáneamente, y estaba agradecido por ello – y la mayor angustia para la persona que la encontrara.

Bastante predecible. No querían castigar a Narcissa, claro que no. Su asesinato no tenía ningún tipo de animosidad dirigida hacia ella; probablemente disfrutaron de su hospitalidad en esta casa en algún momento durante una reunión social de los Mortífagos. Ella era una herramienta meramente conveniente, un talento que había perfeccionado durante su matrimonio con Lucius, un pergamino en blanco donde ellos podrían escribir su grotesco mensaje para Draco.

Se balanceó hasta el baño y vomitó en el lavamanos.

Cada miembro sobreviviente de la Orden, que conoció a Draco, sin importar qué tanto – y algunos que jamás había conocido – asistieron al funeral de su madre. Supuso que tenía que agradecer a Severus por tan deliberado y público gesto de apoyo, pero él no lo iba a mencionar. Severus no lo aceptaría.

~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~..~

Gracias por leer. Sus reviews son bienvenidos.


Así un día más todo queda, En la imaginación de mi mente
Todo queda en el vulnerable sopor, una mirada fría vacía y extraña
Dueña de un espectador.
:x:x:amy_lee_malfoy:x:x:


arrow_back Previous Next arrow_forward