Mil Cosas Bellas
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Harry Potter › Slash - Male/Male › Harry/Draco
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Adult +
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Disclaimer:
I do not own Harry Potter, nor any of the characters from the books or movies. I do not make any money from the writing of this story.
Capitulo 2
Mil cosas bellas
Por: Duinn Fionn
Traducción: amy_lee_malfoy
Draco Malfoy lucha contra una fortuna cambiante, una horrible guerra, y un encantamiento inusual, con la ayuda de un preocupado profesor, un sabio elfo doméstico y un inesperado amigo Gryffindor.
Rating – R
Pareja – HP/DM
Esta historia está basada en personajes y situaciones creadas por JK Rowling y por lo tanto de su propiedad así como de varias editoriales, incluidos Bloomsbury Books, Scholastic Books y Raincoast Books, y de Warner Bros. Inc, No se hace dinero y no se infringen los derechos de autor o los de una marca registrada. (N/T: Harry Potter and The Half Blood Prince nunca pasó)
Capítulo 2
“It is our choices that show what we truly are, far more than our abilities.”
“Son nuestras elecciones lo que demuestran lo que somos en realidad. Mucho más que nuestras habilidades.”
JK Rowling.
El Profesor Snape escuchó a los primeros alumnos de quinto curso reunirse fuera de la mazmorra. Ninguno de ellos estaba especialmente ansioso por entrar, así que se aglomeraban afuera, posponiendo lo inevitable y conversando entre ellos mismos hasta que finalmente entraran todos en tropel.
“Smith, qué estás haciendo aquí?” fue la inconfundible voz de Seamus Finnigan que se escuchó desde afuera, “Arruinaste tu poción cierto? O querías ver como lo hacen los Gryffindors?”
“No, no fui yo, nosotros encadenamos ayer”
Encadenar era el modismo de Hogwarts, que venía desde mucho antes de que Snape fuera alumno, que da nombre a activar una reacción debido al descuido, lo que hace que los calderos más cercanos exploten, arruinándolos también. Cuando eso pasaba, esos afectados tendrían que repetir el trabajo con la siguiente clase – así que hoy había algunos Huflepuffs y Ravenclaws que se unirían a los Slytherins y los Gryffindors.
“Quien lo hizo?” preguntó Finnigan, aún vagando fuera del aula.
“Terry Boot”
“Qué tan grande?”
“Trece de nosotros” respondió Smith, y después rió, “Y todos iremos a Hogsmeade esta noche, así que espero que haya ahorrado sus sickles”. La tradición dictaba que el instigador de la cadena compraría una ronda de cerveza de mantequilla para sus victimas, para compensarles el tiempo extra de clase.
“Trece – hombre! La clase estará llena hoy”
Escuchó una nueva voz unirse a la conversación, “No puedo creer que estemos aquí”. Ese era Dean Thomas.
“No me digas” respondió Smith, bajando un poco la voz.
Finnigan también intentó hablar en voz baja, pero se perdió en el intento con un considerable timbre, “Solo ese idiota de Snape nos haría venir a clase de Pociones después de los TIMOS. Es tan injusto. Dumbledore no lo debería dejar salirse con la suya”
“Sí, nadie más pensaría si quiera en tener clase después de los TIMOS” dijo Smith, “Y hay una buena razón para eso”
Finnigan empezó a hablar en un tono bastante chillon que Snape reconoció como una pésima imitación de su voz, “ ‘No toleraré que los alumnos de quinto año estén vagando por los pasillos interrumpiendo a otros estudiantes. Tengo entendido que están en Hogwarts para aprender. Si solo están aquí para completar una trivial calificación en un exámen, tal vez quieran reconsiderar su educación’ ”
La risa siguió después de su burlón discurso.
Thomas consiguió mantener su voz baja, pero Snape aún podía escucharlo claramente. “No tenías que venir Seamus, Snape dijo que cualquiera que estuviera seguro de haber arruinado su TIMO de Pociones estaría excusado”. Más risa.
Un resoplido, después Seamus dijo, “Sí, sí, quién lo admitiría? Noto que tú estás aquí”
Smith añadió, “Quitará puntos si alguien falta, sabes que lo hará”
Snape sonrió. Nunca dejaba pasar ni la mas mínima oportunidad de amenazarlos.
Una masa indefinida de gente se había reunido en el pasillo, y los estudiantes ingresaron al aula bajo el peso de su mirada impasiva.
Muy pocas opciones eran concedidas a sus alumnos de Pociones. Usaban casi las mismas túnicas de uniforme, llevaban la misma bolsa con libros y todos llevaban la misma expresión cauta. Mientras se instalaban en sus asientos, extrajeron libros idénticos, plumas y tinteros. Frente a ellos colocaban una varita que no habían escogido, pues la varita escoge al mago. Obviamente, sus alumnos no escogieron estar aquí hoy, y él sabía que no lo hubieran escogido a él como su profesor – la mayor parte de ellos lo despreciaban. Para el quinto año, habían aprendido de la manera más dura que la libertad de elección debía dejarse para otros asuntos. Crear pociones era una situación de exactitud, y desviarse de las instrucciones llevaba invariablemente a la calamidad. Así que, aunque cada alumno en este salón estaba consciente de ello, en otras áreas él les permitía tanta libertad de elección como podía.
Si la información confiere poder, entonces Snape era un hombre bastante poderoso. Era un observador cuidadoso con una memoria meticulosa. Bajo su mirada siempre vigilante, la elección más trivial era analizada y encajaba en el archivo mental que él tenía de cualquiera que se cruzara en su camino.
Aún así, les daba a sus alumnos las opciones y elecciones que podía, y observaba.
No asignaba los lugares donde se sentaban, así que dónde decidieran sentarse le daba un poco de información. Aquellos en la clase doble de Slytherin con Gryffindor no eran obligados a sentarse aparte, pero lo habían escogido así desde su primer mes. Parecía que los hubiera separado cuidadosamente con una regla.
Por supuesto, para el quinto año, los estudiantes tenían un sistema tan rígido que sentarse en el lugar de alguien más era tan alarmante como intentar usurpar su cama. Algunos de ellos se sentaban en la parte de atrás desde sus primeros días en Hogwarts – como Draco y sus amigos Crabbe y Goyle. El chisme de esta semana – que el padre de Draco ahora llamaba hogar a Azkaban – los había aislado, la clase evadía abiertamente los lugares cerca de ellos.
Vió con gran satisfacción que casi todos los asientos estaban llenos. A diferencia de la mayoría de los maestros en Hogwarts, el acogía la filosofía de que era mejor ser temido que amado.
“Es bueno que hayan decidido acompañarme hoy en clase. Aparentemente, algunos de ustedes siguen bajo la creencia de que aprobaron sus TIMOs de Pociones - ” concentró deliberadamente su atención en Longbotm, quien encontraba su pluma inusualmente interesante – “pero los sacaré de esa terrible alucinación bastante pronto”.
Se adelantó hasta estar detrás de Finnigan, “Sé que algunos de ustedes cuestionan la necesidad de molestarse con clases hoy. Esperan que esté bajo algún tipo de obligación – tal vez impuesta por el director, hmm? – de permitirles vagar por la escuela sin ningún tipo de beneficio toda la semana y dejarlos hacer lo que quieran. Les aseguro que en esto están equivocados”
Siguió con la mesa de Smith, y dejó que sus largos dedos se deslizaran por el respaldo de la silla, “Tal vez deseen perder su tiempo en Hogsmeade. Sin embargo, creo que su tiempo se aprovechará más aprendiendo. Tonto yo, ya lo sé, pero me han hecho creer desde hace mucho que esa es la razón por la que ustedes están en la escuela en primer lugar”
Se movió a la mesa vacía que usualmente era ocupada por Granger y Weasley. “Pero veo que no todo el mundo concuerda. Diez puntos por cada casa a la que le falten estudiantes”
Notó con satisfacción el shock en las caras más cercanas.
“Pero Hermione y Ron siguen en la enfermería” murmuró Thomas.
“Sí, estoy consiente de eso, también estoy consiente de que sus heridas son debido a su propio amiguito cabeza dura que los llevó a dejar la escuela sin permiso. Deben lidiar con las consecuencias. A menos, tal vez, que esas reglas no apliquen para algunos favoritos?” Eso le ganó una mirada enojada por parte de Finnigan, pero nadie se atrevió a decir nada o a retarlo. Y Potter se rehusó a voltear a verlo. Revolviéndose en culpa, sin lugar a dudas.
Con el paso de los años. Había visto las mesas cercanas a la de Potter vaciarse y llenarse con la caída y el revuelo de su popularidad, cuando otros estudiantes lo temían, lo resentían, o lo ignoraban. Hoy, las mesas más cercanas estaban llenas, lo que no había sido el caso por la mayor parte de este año. Pero la redención pública de Potter dos días atrás había inclinado a sus compañeros en su favor una vez más. A juzgar por la cantidad de lechuzas que se habían amontonado sobre la mesa de Potter esta mañana, haciendo del desayuno un completo desastre y que llevaban por mensaje notas escritas rápidamente de miles de simpatizantes y lectores del Diario el Profeta, no estaban solos.
“La lección de hoy está en la pizarra” empezó, “La poción es complicada, así que querrán prestar más atención de la mínima común que suelen usar” La declaración fue anticlimática, los estudiantes extra de hoy hablaban del riesgo a la falla en gran escala. Vió a Terry Boot, el incitador de ayer, desviando la mirada desde su exilio autoimpuesto al final del salón.
“Los ingredientes están listados. Desperdiciarlos quitará puntos a su calificación” Puso el primer ingrediente, perla pulverizada, directamente frente a él. Todos los ingredientes valiosos eran entregados de esta manera, para desanimar a los estudiantes más emprendedores. Sentándose, reunió un montón de rollos y reprimió un gruñido ante el molesto ruido de las sillas raspando el suelo de piedra mientras los alumnos se ponían de pie.
Lisa Turpin, como siempre, se quedó sentada hasta que finalmente notó que había cambiado el ritmo en la habitación. “Esperando una invitación personal?”, le preguntó bruscamente, y fue regalado con un sobresalto bastante halagador. De manera ansiosa, la chica reunió la perla pulverizada en su envase con obsesiva precisión, después se fue al final del escritorio a la bandeja que tenía las larvas.
Las larvas vivas no eran un ingrediente particularmente inusual en pociones. El uso que Snape les daba sí. Aunque no era un hombre generoso, siempre proveía mucho más de lo que la clase necesitaba. La bandeja en la que estaban las larvas, esperando sedadas un destino que iba más allá de su alcance, también era generosa – varios estudiantes se reunieron alrededor de ésta. Ningún estudiante apreciaba totalmente la opción que él les daba. Mientras ellos estaban plenamente consientes de la atención que les prestaba cuando reunían el polvo de perla, estaban de la misma manera ignorantes de su mirada mientras observaba sus manos en la bandeja.
Después de años de observación, podría predecir sus elecciones en larvas casi tan fácilmente como sus elecciones de asiento. Weasley, por ejemplo, siempre se adelantaría, haría un reconocimiento excesivamente rápido, y elegiría la larva más grande, como si temiera que alguien más se la fuera a quitar y lo dejara sin nada. Bueno, venía de una familia numerosa y de recursos reducidos – su elección era muy fácil de descifrar.
Por otro lado, Granger, seleccionaría la suya con excesivo cuidado, como si estuviera escogiendo un compañero de vida. Cualesquiera que fueran las virtudes que calificaran como perfección para una larva, Granger las identificaba y las tomaba en cuenta. Jamás se apresuraría, y sus compañeros habían dejado de intentarlo hace ya mucho tiempo.
Thomas y Finnigan, mejores amigos desde la primer semana, se encaminaron hacia la bandeja juntos, hablando fluidamente, sin prestar atención a su escrutinio. No se molestó en girar la cabeza – no era necesario. Podía imaginarse sus manos en la bandeja, y después de cinco años, conocía cada par de manos muy bien. Finnigan, quien casi nunca estaba quieto, siempre escogía una larva en movimiento. Thomas prefería la suya muerta. Hacían su elección y se retiraban a su mesa, ahora incluyendo a las larvas en la conversación.
Ernie MacMillan y Padma Patil, mejores amigos desde la semana pasada, eran los siguientes. Vió al chico escoger un espécimen grande y feo y después lo vió hacer un intento bastante malo de dejar caer la larva en el cuello de ella. Ella se rió de manera nerviosa, demasiado tiempo y demasiado fuerte, y la mano del chico se retiró. Ella hizo un intento fallido de recoger una larva, aunque nunca había sido asquerosa antes, y su admirador muy galantemente la escogió por ella y la guió de regreso, sosteniendo las dos larvas frente a él.
“Apresúrate” escuchó decir a Crabbe a una chica delante de él, quien intentaba levantar una larva pequeña usando un pedazo de papel. Después de cinco años, a la mayoría no le molestaba tomarlas directamente, pero algunos aún se resistían al tacto pegajoso. La generosidad de Snape no se extendía a tanto.
“Sólo un minuto” dijo ella sin mirar. Finalmente se movió, balanceando la larva peligrosamente en el papel.
Crabbe escogió la larva que estaba más lejos de Snape, como si un acercamiento fuera peligroso. Bueno, tal vez para Crabbe si lo era.
Goyle, el siguiente en la fila, era también de los que toman y se van, sin ver la bandeja sino observando a Snape, como un timador observa a un detective.
Draco esperó hasta que un estudiante Gryffindor se acercó nerviosamente y se paró a su lado, después localizó la larva más cercana a la mano del estudiante y la tomó rápidamente, usando los reflejos pulidos por el Quidditch, y se alejó con una sonrisa victoriosa, como si la larva fuera una Snitch difícil de atrapar.
Con el paso de los años, observó infinidad de manos interactuar en la bandeja, alerta a los pequeños movimientos que enviaban mensajes entre aquellos que estaban en la bandeja. Notó los pequeños gestos de camaradería, acciones agresivas que llevaban advertencias, toques tentativos como el suave aleteo de las alas de un ave, que indicaban interés. Nunca dejó saber que veía los mensajes, pero se mantenía en silencio mientras veía a las mudas manos hablar.
Finalmente Potter se dirigió hacia el frente de la habitación. Parecía estar en otro lugar completamente distinto; escuchaba menos y decía incluso menos. Se detuvo ante la perla pulverizada y empezó a medir lo que iba a necesitar sin mirar hacia arriba. Snape observó las manos de Potter estabilizar el frasco y cómo lo ponían de nuevo en su lugar, y después pudo ver las tenues cicatrices blancas, curvándose y juntándose, aquellas que estaban grabadas en el dorso de la mano del chico. Había descubierto la nueva adición a la colección de cicatrices de Potter unos meses atrás, durante una de sus infructuosas sesiones de Oclumancia. Cuando vió por primera vez las letras, No diré mentiras, y vió su oscura creación en la memoria del chico, estaba asqueado. Potter jamás le había dicho a nadie en la Orden, claro, probablemente imaginaba que su secreto era de alguna manera valiente y fuerte. La manera Gryffindor de lidiar con ello. Snape pensaba que en realidad era algo masoquista.
Entonces, justo cuando pensó que la interacción en su escritorio pasaría sin acontecimiento alguno, Potter levantó la vista. La mirada fiera que lo acosó estaba tan llena de odio, que inconscientemente se alejó de ella. Le tomó toda su fuerza de voluntad retener las palabras que amenazaban con salir a gritos al darse cuenta de que Potter lo culpaba a él - él- por el fiasco de hace algunas noches y esperaba que interpretara el papel de villano en su drama. En vez de eso, sostuvo la mirada hostil y no regresó nada más que indiferencia hasta que Potter se retiró y se dirigió hacia las larvas.
Aturdido, Snape mantuvo su ira bajo control y su atención encubierta.
Potter era notablemente inconstante. Si tenía una opción favorita, Snape no la conocía: escogía larvas grandes, pequeñas, las rápidas y las muertas. No la tomaba y corría como Goyle, pero no agonizaba en el reconocimiento como Granger. Hasta donde él podía deducir, Potter esperaba una señal de su famosa cicatriz telepática. Estaba congelado en la bandeja de las larvas, su mente nuevamente estaba a miles de millas de distancia, hasta que otro estudiante maniobrando junto a él lo trajo de nuevo a la realidad.
Solo toma una rápido y aléjate de mí, pensó Snape, mientras la espera se hacía irritante. Ya no estaba de humor para esos tontos juegos de observación. Qué diferencia podría hacer ahora? Después de las revelaciones de esta semana, era claro que todos en el mundo mágico enfrentaban decisiones mucho más serias – entre Dumbledore y el Señor Oscuro, bien o mal, vida o muerte. Sólo esas opciones importaban ahora. Estos estudiantes eran sólo un poco más jóvenes de lo que él había sido durante la última guerra contra el Señor Oscuro. Sabía, y ellos no, los horrores que todos enfrentarían.
Entonces vió por el rabillo del ojo, al final del escritorio, esos dos pares de manos moviéndose. Vió el contacto cuidadoso entre piel y piel, y el mensaje enviado y recibido que decía, clara e inequívocamente, Te he notado, estoy interesado.
Estaba sorprendido, pero no tanto como Potter. La mano de Harry se alejó como si las larvas se hubieran transformado en serpientes, entonces pareció recuperarse lo suficiente para tomar una e irse.
Bueno. Aparentemente, incluso las pequeñas y poco importantes decisiones hechas en la clase de Pociones tenían una consecuencia. Pero incluso cuando sabía el quién y dónde, como siempre, no podía empezar a entender el porqué.
Casi al final de la clase, la poción de Crabbe explotó súbitamente y todos en la habitación observaron como uno por uno, todos los calderos le seguían, hasta que ninguno quedó intacto. De alguna extraña manera, ya se lo esperaba.
Al día siguiente, Snape observó a los mismos estudiantes entrar a la clase de Pociones, esta vez con la adición de Granger y Weasley, que habían sido dados de alta de la enfermería. La cadena iniciada por Crabbe durante la última clase había impuesto un nuevo récord. Una conversación cercana le dejo saber que nadie estaba feliz de repetir la difícil poción, especialmente porque Crabbe jamás había adoptado la tradición de la Cerveza de mantequilla en Hogsmeade. Era demasiado tarde para eso, el curso terminaba en dos días.
Ya que estaban juntos, Granger y Weasley siguieron a Potter como su sombra, como si fuera una estrella de cine muggle constantemente asediado por fanáticos persistentes. Sin embargo, en ese momento, los seguidores de Potter estaban envueltos en una de sus disputas, riñéndo fastidiosamente como un matrimonio, y Potter se alejó solo. Mientras Potter tomaba la perla pulverizada, Snape mantuvo deliberadamente sus ojos fijos en el pergamino frente a él, no le daría el gusto del contacto visual. Potter podía jugar al mártir sin él.
Las manos de Potter estaban de nuevo en la bandeja, pero no solas por mucho tiempo. De nuevo, un movimiento de manos, un toque de piel, pero esta vez, el contacto fue prolongado, Sigo interesado. Snape resistió la tentación de voltear la cabeza hacia los dos estudiantes. Debió mostrar algún tipo de reacción, porque la chica sirviéndose polvo frente a él derramó un poco y murmuró una ansiosa disculpa que él ignoró.
Vió como esta vez Potter no se alejó, la mano del chico se mantuvo firme, y después, para sorpresa de Snape, regresó su propio mensaje con un pequeño titubeo, después un toque firme, una réplica sin más voz que un claro acercamiento.
Sí.
Hoje é o dia da graça
Hoje é o dia capa e do caçador
Hoy es un día de gracia,
Hoy es el día de la caza y el cazador.
Caçada - Chico Buarque
El Profesor Snape no era el único que había visto discretamente la interacción de Potter en la bandeja de larvas. Los ojos grises se abrieron con inusitada sorpresa mientras observaban el inesperado intercambio entre Potter y Zacharias Smith. Draco no había prestado mucha atención al Hufflepuff, excepto para concluir que era un tipo temperamental y no particularmente inteligente. Potter estaba definitivamente fuera del alcance de Smith, pero eso jamás había detenido a nadie antes – Potter atraía continuamente la atención de sus compañeros. No, para él, el detalle valioso era el aparente interés mutuo entre Potter y Smith. Esto merecía investigación, decidió, y planeó su siguiente movimiento. Pudo persuadir a Gregory para que terminara por él, y se deslizó fuera para rezagarse en un nicho que había en el pasillo cerca de la puerta.
No tuvo que esperar mucho, Potter se despidió de Granger y la Comadreja, y se alejó detrás del resto de la clase. Smith se emparejó rápidamente con él y se quedaron en el hall, sin saber que los observaban. Sus voces estaban demasiado bajas para que Draco pudiera escucharlos, así que utilizó un encantamiento para escuchar mejor que Snape le había enseñado.
“Potter” dijo Smith, y Draco tuvo la impresión de que ya estaba nervioso por la conversación.
El Gryffindor llevaba una expresión algo turbada, pero parecía intentar cubrirla con un semblante de interés. “Qué?”
Smith cerró la distancia entre ellos y puso una mano en el brazo de Potter, “Escucha, yo – yo te debo una gran disculpa, demonios, he sido tan estúpido, siento haberte dado tanta batalla este año, fue estúpido e infantil de mi parte”
Potter se vió sorprendido ante la confesión, y Draco se preguntó qué había pasado entre ellos. De alguna manera, podía sentir el ambiente pesado entre ellos.
“Está bien” contestó Potter, “Lo entiendo, de hecho me sucede bastante” añadió y se rió, pero Draco no escuchó ningún tipo de emoción en esa risa.
“No, no está bien, en absoluto. Hacías todo lo que podías para ayudarnos, y yo te dí una patada en la boca”, Smith lo vió tímidamente, “Para ser honesto, estaba celoso de tí”
Potter resopló, después dijo, “Celoso de mí? No hay nada de que estar celoso”
“Bueno, yo no concuerdo contigo, eres increíble sabías?”, Potter tuvo la decencia de verse avergonzado ante la abrumadora confesión.
Smith tomó un profundo respiro, “De todas formas, Ginny me contó un poco acerca de lo que paso con Ya-Sabes-Quién en el Ministerio, dijo que ella estuvo ahí, y que alguien murió – alguien cercano a tí. Y quería decir que lo lamento”
Draco escuchó fascinado. Había leído en el Diario El Profeta acerca de extraños acontecimientos en el Ministerio, y el súbito arresto de su padre. Por primera vez, tenía prueba del lado oscuro de su padre – Lucius se había revelado a sí mismo tan peligroso como Draco lo había imaginado. Su complicidad en contra del Ministerio debió ser incuestionable, para que ellos actuaran tan terminantemente en su contra – él había comprado su silencio por años. Aún así, a pesar de todo, era doloroso pensar en su padre a merced de los dementores, dejándolo vacío.
La súbita marcha atrás del Profeta ante la reaparición de Ya-Sabes-Quién, y la noticia de que su Tía Bellatrix había estado involucrada de alguna manera, le habían caído de sorpresa. Estúpidamente, no había preguntado todavía a Snape por más información, aunque sabía que el Profeta era notoriamente dudoso. No había escuchado que alguien hubiera muerto, y se preguntó quién había sido.
Potter no contestó, parecía estar luchando por mantener sus emociones controladas, y mientras tanto, Smith se había acercado aún más. Pero Potter no retrocedió; permitió que el otro chico recorriera con una confortante mano por su brazo en lo que Draco consideró un movimiento muy íntimo. Interesante.
“Me gustaría empezar de nuevo, si me lo permites” dijo Smith suavemente, “Esperaba que pudieras olvidar que fui un tremendo idiota y me dejaras intentarlo de nuevo”
Potter levantó la vista y lo observó a través de su revuelta melena, en la forma calculadora que lo hacía ver irresistible, y le regaló al otro chico una débil sonrisa, “Sí, fuiste un idiota, cierto?” sonrió brevemente, “Está bien, borrón y cuenta nueva, me llamo Harry Potter, un placer conocerte”
Smith sonrió y estiró su mano, “Zach Smith, he escuchado mucho de tí, es un placer conocerte Harry”
“Zach”, estrecharon sus manos solemnemente. Cuando terminaron, ninguno se soltó, Draco encontró su intimidad recién aceptada algo inesperada, Snape estaba en lo correcto acerca de la observación cuidadosa – había tenido algunas sospechas respecto a Smith. Pero Potter era otro asunto – nunca lo consideró nada más que un tipo totalmente heterosexual. Cuándo había el Hufflepuff, visto señales de lo contrario?
Smith observó a Potter, pareció vacilar, y después dijo, “Algunos de nosotros iremos a Hogsmeade esta noche. Me preguntaba si quisieras ir conmigo?”
Los ojos de Potter se abrieron aún más con sorpresa, y Draco luchó por no reírse ante su asombro evidente, “Me estás invitando? Um, Quiero decir, gracias, pero, ah, ahora las cosas están un poco raras en mi vida, y estoy haciendo todo lo posible por sobrevivir la semana. Ya sé como suena eso. Dramático. No es que quiera serlo, pero no puedo pensar en nada más por ahora”, parecía preocupado de verdad, dirigió su intensa mirada verde hacia Smith, después le ofreció una tímida sonrisa, “Um, gracias, de todas formas”
Así que ése era el famoso atractivo Potter, pensó Draco sardónicamente. Algo que había escuchado nombrar pero jamás había presenciado, eso era seguro.
Smith pareció resignado ante su rechazo, pero no se había alejado todavía, “Está bien Harry, tal vez algún otro día”
Potter asintió, “Te diré algo, pídemelo otra vez cuando regresemos en el otoño, y diré que sí” Esta vez fue la mano de Potter la que hacía la mayor parte del contacto, para diversión de Draco. Smith parecía bastante complacido consigo mismo. Así que, Harry Potter, emblema de todo lo que es íntegro y bueno, batea para el otro lado.
Mientras los dos chicos se alejaban, podía escuchar el sonido de los corazones de muchas jóvenes e ingenuas chicas rompiéndose por todo Hogwarts.
Snape levantó la vista cuando Draco entró de nuevo al aula de pociones, cinco minutos después de haberse ido.
“Supiste algo que no pudiera adivinar?”, sabía que Draco no sería capaz de resistir espiar a Potter y su prospecto.
“Smith invitó a Potter a salir, lo rechazaron” Draco tomó una silla y se sentó al otro lado del escritorio frente a él, dobló sus manos gracilmente, inclinándose hacia adelante con interés, “Potter le prometió una segunda oportunidad en algún momento del futuro”
“Draco, te estás convirtiendo en un pequeño cotilla”
Draco dejó salir un indignante resoplido, “Estoy practicando, esos es todo. Nunca sabes cuando escucharás algo valioso. Además, logré escuchar todo sin que ellos supieran que estaba ahí”
Desechó la explicación con un movimiento de su mano, “Para ahora debería ser juego de niños para tí”
Draco frunció el ceño, y después entendió que era un cumplido encubierto.
“Dime Severus, Qué sucedió realmente en el Ministerio? Porqué está Lucius en Azkaban?”
Snape, notando el uso deliberado del nombre de pila del padre de Draco, lo observó sin expresión alguna, “Te tomó demasiado tiempo preguntar, estaba empezando a preocuparme tu alarmante falta de curiosidad”
“Mi error, pensé que el Profeta lo había reportado todo”
Rió un poco, “Cuándo ha dicho ese pedazo de basura algo correctamente? Realmente Draco, me haces pensar que he fallado en mis intentos de hacer un detective decente de tí”
“Bueno, estoy preguntando ahora”
Y Snape le dijo.
Draco parecía estupefacto y Snape pudo notar que intentaba ocultar sus emociones. “Así que Padre fue uno de los principales atacantes contra Potter? No puedo creer que se expusiera tan estúpidamente. Su estilo es dejar que los de menor rango hagan el trabajo sucio y que sean ellos quienes caigan”.
“Había mucho en juego, El Señor Oscuro estuvo involucrado personalmente, así que tu padre tuvo que comprometerse también”. Pausó, pensando que, mientras Draco actuaba como si ya no le importara su padre, la verdad podía ser aun difícil de escuchar. “Date cuenta de que el Ministerio tuvo que actuar rápidamente contra él, tienes que entender Draco, que harán todo lo posible porque tu padre permanezca en Azkaban”
“Lo sé” Draco no lo miró mientras respondía, “Pero él escogió ese camino, tiene que pagar el precio”
Snape vio que, como se esperaba, no era fácil para Draco aceptar la decisión de su padre. Su gracia normal y desentendida había desaparecido, había sido reemplazada con una inquietud nerviosa y vagas conversaciones. Tal vez solo estaba actuando lo que pensaba que Snape quería oír.
“Eso deja a tu madre sin Lucius para cuidarla. Aunque creo que los Mortífagos sentirán algún tipo de obligación de extenderle su protección. Para dar un buen ejemplo, ya sabes”
Draco frunció el ceño, “No creo que ella se haya comprometido alguna vez a la causa. Las esposas de los Mortífagos son hechas a un lado la mayor parte del tiempo – Tía Bellatrix es alguien inusual. El Ministerio la debería dejar en paz”
“Lo que el Ministerio debería hacer, y lo que hace no siempre son lo mismo”
“Bastardos” murmuró Draco, reacomodándose en su silla con un resoplido exasperado.
“Aún así, no han mostrado ningún tipo de interés por ella en el pasado, así que, creo que de momento está fuera del alcance de la influencia de Lucius, y hasta ahora, no la han molestado”
“Pero ahora que los dementores han dejado Azkaban –”
“Lucius no se retrasará mucho, el Señor Oscuro lo necesita demasiado como para no rescatarlo”
Draco se encogió de hombros, después dijo, “De eso trató mi última pelea con Potter. Por enviar a Lucius a Azkaban, estaba amenazándolo con cobrármelo”, rió un poco, “Ahora me pregunto cómo lo habrá tomado”
“Si su varita apuntando a tu garganta es algún tipo de referencia, yo diría que no lo tomó como una invitación”
“No”
“Y por tu indiscreción, y una increíble sincronía de la Profesora McGonagall, Gryffindor fue premiado con 250 puntos para la casa”
Draco hizo una mueca, viéndose definitivamente fuera de lugar, “Entonces ésta ha sido mi semana. Quiero decir, el hechizo de los Mucomurciélagos! Me tomó horas encontrar a alguien que se deshiciera de eso, al final, tuve que ir arrastrándome con Flitwick, literalmente”
Snape contuvo de manera exitosa cualquier muestra de risa, la que estaba seguro enfurecería a Draco. “Te gustaría compartir lo sucedido?”
“No realmente, no estaba en mi mejor momento. Y Potter hizo un escándalo de todo, ya que recuerdo, pero de alguna manera él siempre termina siendo el Niño Dorado de todo el mundo”
“No de todo el mundo”
Draco lo vio de manera agresiva, “No, pero sabes que estaremos escuchando todo acerca del inigualable Niño Que Vivió por semanas y semanas”
Pensó su respuesta cuidadosamente, la animosidad entre él y Potter estaba mejor oculta, incluso cuando Draco compartía el sentimiento. “Tal vez esta vez, si tenemos suerte, Potter se dará cuenta, eventualmente, de qué tan poco merece la adulación”.
Draco le regaló su mejor sonrisa Malfoy, “Bueno, tendrá que ser tu suerte, es obvio que la mía está un poco débil esta semana”
Snape le permitió a Draco ver una pequeña sonrisa, entonces, cambió el tema deliberadamente, “Al menos nos deshicimos de esa mujer Umbridge. Qué desastre resultó ser – no sólo para Hogwarts, sino para el Ministerio”.
Sugar and stress, do everything at least twice; Catch your fingers in your private vices.
Azúcar y stress, haz todo al menos dos veces, atrapa tus dedos en tus vicios privados
Sugar and Stress - English Beat
Draco amaba ser un prefecto de Slytherin. Amaba el sentido de autoridad que le daba. No que no lo tuviera desde antes, siendo un Malfoy, siendo rico, siendo el hijo de alguien con gran poder. Pero ese tipo de poder reflejado no lo satisfacía, porque siempre podía sentir el resentimiento que conllevaba, la pregunta sin formular – “Sabemos lo que tu padre puede hacer – pero qué puedes hacer tú?”.
Ahora tenía su propio poder, concedido nada más y nada menos que por las autoridades de Hogwarts. Diablos, hasta venía con una insignia, un emblema visible de quién era y lo que ello significaba. Incluso si algunos estudiantes no lo respetaban, tenían que respetar el símbolo de poder otorgado por no otro que Albus Dumbledore.
Ciertamente, también amaba los beneficios que venían con el trabajo. El rango tenía ciertos privilegios. Privilegios como el exclusivo baño de prefectos, que ofrecía un nivel de extravagancia y lujo que había dado por sentado en casa. Desarrolló un hábito en su sexto año de retirarse a ese lugar cada vez que tenía un día particularmente estresante. Como hoy.
Ser prefecto no lo había salvado de una tarde de detención después de que McGonagall lo descubriera hechizando a una ingenua chica de cuarto año que se había entusiasmado con un vergonzoso enamoramiento de él. No lamentaba el hechizo – era necesario; la chica se estaba comportando como una idiota, y sus amigos empezaban a hacerle burla al respecto. Lo que lamentaba era que lo atraparan. Especialmente esa desgraciada McGonagall, que tenía un cierto gusto por humillarlo. Nunca lo ponía a copiar líneas, o a ordenar libros, o alguno de los castigos mas dignos que daba a sus estúpidos Gryffindors – oh no. Para él siempre era alguna humillante tarea de elfo doméstico, de rodillas y entre más sucio mejor. La mujer tenía una seria fijación por lo humillante.
Cansado, sudoroso y sucio, reunió sus cosas y se fué al baño de prefectos para una ducha nocturna.
El agua golpeó su cansada piel, masajeando su espalda y deshaciéndose de la tensión con pequeñas agujas de presión. Puso jabón en sus cansados brazos y piernas, observando la piscina de espuma blanca que se formaba a sus pies. Dando la espalda a el chorro de agua, puso shampoo en su cabello y sintió así como escuchó el rechinido de sus manos mientras éstas dejaban limpio su cabello. Limpio de nuevo, se quedó parado en medio del chorro sintiendo el agua recorrer su cuerpo.
Se sentía particularmente bien en su miembro. Alcanzó perezosamente el jabón y permitió que su mano lubricada intensificara el poder del agua para excitarlo. Excelente.
No se detuvo cuando escuchó la puerta abrirse. Girando lentamente, pudo ver a Joseph Flint, el hermano menor de Marcus y prefecto de quinto año. No era alguien con quien congeniara, eso era una regla. Flint carecía de influencias – cómo logró hacerse prefecto era todo un misterio que nunca resolvió. Cerró los ojos y prosiguió con su tarea en mano.
“Malfoy, Qué estás haciendo?” preguntó Flint, con sorpresa aparente en su pregunta.
Molesto, abrió sus ojos para verlo maliciosamente, “Qué parece que estoy haciendo?”
Flint empezó a caminar hacia ducha, y se detuvo abruptamente, “Um, yo, bueno”
Draco se burlo, “Sí, bueno, la siguiente pregunta es, Qué estás haciendo tú aquí?”
“Yo, um, quería tomar una ducha”
“Entonces siéntete como en casa” dijo mientras cerraba los ojos otra vez. Sus manos mantuvieron su ritmo lento, masajeando su erección en largos y suaves pases, “Quédate o vete”
Escuchó a Flint dejar sus cosas en algún lugar cercano, el sonido amplificado en la gran estancia. Draco sonrió para sí mismo ante el pensamiento de este chico poco sofisticado intentando aparentar desinterés en la cara de un prefecto mayor masturbándose. Inicialmente, se habría quedado sólo por fastidiar, sólo porque no se le obligaría a parar por alguien como Flint. Pero ahora se daba cuenta de que estaba intrigado por la idea de tener audiencia, y un poco excitado ante la idea de ser observado. Esto era algo enteramente nuevo. Le dió un sentimiento de gran poder sexual que nunca antes había experimentado.
Flint se aclaró la garganta, “No vas a parar?”
"No."
“Entonces, eres algún tipo de pervertido?” rió nerviosamente.
Le regaló una poderosa mirada Malfoy y estuvo satisfecho al ver que el otro chico se encogía, “Escucha Flint. O te quedas o te vas. Ignórame o mírame. Da igual. Es tú elección, no la mía” Incluso un tipo denso como Flint habría entendido el mensaje.
Flint se quedó. Y Draco sabía que estaba observándolo. Escuchó el sonido metálico del cinturón de Flint mientras su pantalones caían al suelo. Draco vió como el nervioso chico de quinto año abría el paso del agua de su ducha, y el sonido de agua cayendo se magnificó en la estancia. Draco observó, sin expresión alguna, como Flint se metía debajo del chorro de agua, sus rizados cabellos oscuros haciéndose negros con el agua. Flint lo vió a él con una mirada nerviosa. Se estaba sonrojando, la mancha roja recorriéndose a su cuello y su pecho, y ya estaba medio duro.
“Entones, quién es el pervertido?” preguntó Draco con una mirada elocuente. Flint medio sonrió, entonces empezó a caminar hacia él, “Detente” ordenó, y el otro chico se sorprendió pero se detuvo inmediatamente.
Draco gruñó, “Quédate donde estás, puedes ver pero no tocar”
“Yo no - ”
Resopló irritado, “Merlín, Flint, cállate. Demasiada platica, estás arruinando el ánimo aquí”, con eso, regresó al chorro de agua, inclinando su cabeza hacia atrás y dejando que el agua fluyera sobre su cabeza y hombros en una oleada cálida.
Aunque antes se concentraba en terminar con el trabajo, ahora estaba concentrándose en el espectáculo que le estaba dando a Flint. No que estuviera interesado en el chico, claro que no. Esto no era sobre Flint. Era sobre poder y control. Y era hedonista. Y erótico. Y estimulante como nada más.
Sus manos dibujaron seductoras figuras en su pálida piel. Se tomó un momento para añadir más jabón a sus palmas, y después permitió que éstas recorrieran sensualmente su pecho y hombros. Sus dedos se enroscaron en sus rosados pezones, jalándo suavemente hasta quedar erectos, antes de continuar su viaje hacia abajo, abajo, hasta que su pene estaba de nuevo en su mano. Suspiró con placer, una mano ocupándose de su miembro, la otra acariciando sus testículos y la suave área de la base. Escuchó un suave gemido de su audiencia, y no pudo disfrazar una sonrisa en respuesta.
Nunca apreció completamente el poder que este tipo de demostración sexual podía concederle. Sabía por observación, claro, que era atractivo para chicas y para chicos, incluso algunos de los amigos de Padre. Pero lo había apreciado únicamente de manera abstracta – hasta ahora. Porque esto era intoxicante. Saber que Flint estaba en ese estado por él, la expresión boquiabierta del otro chico dando testimonio del deseo puro que había ahí - bueno.
Toda su vida había aprendido los factores importantes de cómo reunir y manipular el poder, de su padre, pero tal vez su madre sabía algo de poder también, algo que él pasó por alto. Nunca lo analizó antes, pero tenía un sútil y sin embargo, genuino poder propio; los hombres le entregaban el control voluntariamente mientras respondían a su sensual manipulación. Y de repente, con su mano en su miembro y los ojos de Flint sobre él, se sentía demasiado como el hijo de su madre.
Estaba llegando al orgasmo, excitándose más de lo que se había excitado jamás con su propia mano. Tan duro que ya era doloroso, abrió los ojos para ver a Flint, que estaba observándolo sin ningún tipo de restricción. Las manos de Flint estaban sobre sí mismo, pero sin moverse, como si el chico hubiera olvidado qué hacer. Draco se hizo notar y mantuvo la mirada del otro chico, y de repente se estaba viniendo, desinhibido, extravagante, furioso. Su aliento entrecortado y sus gemidos contenidos hicieron eco en el baño.
Draco se recargó en la pared hasta que su pulso se reguló y sus piernas se sintieron firmes otra vez. Y luego, después de una última repasada bajo el agua, se secó rápidamente y se puso por encima su bata, sin ningún otra palabra a su espectador, se dirigió a la puerta.
Un vistazo breve antes de salir, le mostró que Flint finalmente había recordado qué hacer con sus manos.
In the locust wind, comes a rattle and hum;
Jacob wrestled the angel, and the angel was overcome.
En el viento impregnado de langostas, viene un repiqueteo y un zumbido;
Jacob luchó contra el ángel, y el ángel fue vencido.
Bullet the Blue Sky - U2
Draco siempre disfrutaba de sus tardes clandestinas de entrenamiento con Snape, especialmente cuando le ofrecía un descanso del estudio para sus EXTASIS. De hecho, su propia preparación iba bien, pero la de Gregory no. Estaba secretamente impresionado de que su amigo hubiera sobrevivido el intenso ritmo de trabajo del séptimo año. Gregory nunca fue un estudiante talentoso, y sólo se había quedado en Hogwarts por Draco. En una gratitud no dicha, se sentía obligado a ayudarlo cuando pudiera. Aún así, esperaba con ansia las tardes lejos de su amigo.
Snape y él trabajaban con el Veritaserum, y Draco nunca estuvo seguro de cómo lo hacían sentir las sesiones, intrigado o asustado. Pero el líquido era una herramienta fundamental en el espionaje – ambos lados dependían de él para obtener información.
“Veritaserum es la poción más usada en el mundo mágico” le dijo Snape.
No se pudo resistir, “Entonces no es el lubricante?”
Snape simplemente rodó los ojos ante la impertinencia.
“El gobernador Romano Poncio Pilato hizo la famosa pregunta, Qué es la verdad?” continuó. “Todos saben que el Veritaserum obliga al receptor a contestar preguntas con la verdad. Pero muchas verdades pueden responder esas preguntas. Te ayudaré a practicar para decir la verdad menos reveladora que puedas”
Estaba fascinado. Nunca pensó en la sutilidad de las respuestas dadas bajo el efecto de la poción. “Así que es posible mentir bajo la influencia del Veritaserum?”
“No puedes mentir, pero mientras tú creas que estás diciendo la verdad, puedes responder de diferentes maneras. Así pues, pregúntame algo, te lo mostraré”.
Consideró el reto, entonces sonrió maliciosamente, “Está bien, has dormido alguna vez con alguien?”
Snape entrecerró los ojos y resopló. “Parece que piensas que yo no esperaba que preguntaras algo como eso. Pero te conozco demasiado” Pausó y Draco se mantuvo en silencio. “Una manera de contestar es un simple ‘Sí’. Porque tu pregunta tiene demasiadas interpretaciones vagas. Puedo decir sí, porque he dormido literalmente con alguien. Mi madre, por ejemplo, cuando era un infante. Mis compañeros de dormitorio cuando era un estudiante – técnicamente dormíamos juntos en la misma habitación, así que, en ese caso la respuestas es sí”
Draco tuvo que darle crédito por la sutileza de la respuesta. “Así que la respuesta fue modificada”
“Sí. Muchos interrogadores cometen el mismo error que tú al preguntar algo que puede ser interpretado de otra manera. Utiliza eso en tu favor si puedes”
Sabía que Snape no le permitiría ir mas allá con su pregunta imprudente, “Puedo intentarlo otra vez?”
Snape asintió.
“Eres un espía de Dumbledore?”
“Muy bien. Sin algún tipo de entrenamiento, me sentiría obligado a responder que sí. Pero me tomaré todo el tiempo que la poción me permita para ver los diferentes aspectos de la pregunta que puedo responder sin causar mucho daño. Así que en vez de responder que sí, puedo decir que Dumbledore cree que soy su espía – lo que es verdad – y que su creencia es necesaria para mi engaño – también verdad. Si mi respuesta es lo suficientemente elaborada, puedo disimular que de hecho no he respondido la pregunta directa”
Después de semanas de este tipo de preparación, Draco se sentía cada vez más seguro respecto a su habilidad para desviar respuestas bajo un interrogatorio. Incluso Snape parecía complacido con su progreso. Tal vez ser un Slytherin le daba una habilidad natural, pensó, con la satisfacción arrogante proveniente de un poco de experiencia. Las últimas tres sesiones habían practicado con Veritaserum real. Primero Draco probaría su habilidad para desviar una línea de interrogación bajo los efectos, después Snape tomaría un poco de poción para que Draco pudiera practicar cómo hacer preguntas útiles.
Snape le entregó una pequeña dosis de la poción, disuelta en una pequeña cantidad de whisky, y Draco levantó el vaso y tragó el líquido sin decir nada. Esperaron unos minutos a que hiciera efecto.
“Has terminado tu tarea antes de venir aquí?” Snape siempre iniciaba con preguntas inocentes, hechas para que Draco se relajara y tuviera el hábito de contestar directamente. Su meta era tomar estas simples preguntas y relacionar un patrón.
Esperó hasta que ya no pudo más para responder, pero la presión por hablar era mucha, hasta que fue forzado a decir, “Nada me impidió venir esta noche”.
“Ni siquiera el Sr. Goyle?”
“Gregory nunca me cuestiona, es un amigo leal”
Snape asintió en aprobación, “Estás preparado adecuadamente para tus ÉXTASIS?”
Sonrió. “Sí y no” Se enganchó de la palabra adecuadamente - lo suficiente subjetiva como para interpretarla a su antojo.
“Ambas? Cómo es eso posible?” preguntó Snape.
“Nunca sé si mis preparativos son enteramente adecuados, depende del día en que preguntes supongo”
“Y cuántos ÉXTASIS piensas que puedes presentar?”
“Los que me proponga”
“Tienes un número en mente?”
“Sí” Se tuvo que contener antes de decir el número, pero no se lo habían pedido directamente, Snape sonrió con satisfacción cuando Draco no lo dió.
“Muy bien Draco, has mejorado bastante desde tu primera prueba. Pero contestar estas preguntas es como atrapar una Snitch encantada, no lo crees?”
Sin haber hecho eso jamás, sólo pudo responder, “No lo sé”
“Es hora de que prosigamos. Muchas preguntas que serán hechas bajo estas condiciones tendrán un enorme componente emocional. Es mucho más difícil contestarlas cuidadosamente cuando intentas al mismo tiempo controlar tus emociones”
Draco se puso nervioso ante esas palabras.
“Así que, intentemos una: ha dormido con alguien alguna vez Sr. Malfoy?”
Sonrió al recordar haber preguntado lo mismo a Snape hace algunas semanas.
“Claro que sí Profesor”
“Lo que significa...”
“He dormido con mi Madre cuando era un niño, mis compañeros de dormitorio”
Snape sonrió fríamente antes de preguntar, “Ha tomado parte en relaciones sexuales con alguien hasta el punto del orgasmo?”
La sonrisa se borró de su cara, “Yo... Yo... No” No pudo pensar en un significado alternativo para esa pregunta antes de que el Veritaserum lo forzara a responder.
“Alguna vez ha besado a alguien?”
“Sí” esta vez no sonrió.
“Lo que significa...”
“Mi madre, mi padre, mis abuelos, de hecho la mitad de mis familiares”
“Alguna vez ha besado a alguien de una manera sexualmente incitadora?”
De nuevo se sintió atrapado antes de contestar, “Sí”
“Y esta persona afortunada era una chica?”
Draco titubeó, ahora se podía considerar una mujer, no una chica. Pero qué respuesta quería dar – si o no? La poción lo presionaba insistentemente, limitando sus pensamientos. Sin saber cuál le beneficiaría, prefirió responder, “Tal vez”
“Ha besado a algún chico?”
Eso lo irritó. Pero era bastante similar a la pregunta anterior, así que respondió de la misma manera. “Tal vez”
“Algún hombre?”
Atrapado, “Sí”
“Quién fue?”
La ira de Draco salió a relucir mientras gritaba, “Porqué me estás preguntando esto? No es de tu incumbencia” Pero entonces, sintió la presión de la poción y se escuchó a sí mismo diciendo, “Zacharias Smith”, era vergonzoso admitir que había estado con alguien que ambos sabían era el ex de Potter.
Por su parte, Snape no mostró ningún indicio de que sus respuestas le afectaran, “Como dije Draco, esta sesión es para ayudarte a desviar preguntas bajo estrés emocional, tus respuestas no me interesan en absoluto”
“Es solo que... olvídalo” dijo, aún molesto.
“Ocurrió más de una vez?”
Peleó con la palabra ocurrió, buscando alguna interpretación diferente, pero su compostura estaba algo débil, “Sí”, pero se rehusó a confesar nada más, una pequeña victoria.
“Aún ves al Sr. Smith?”
Ver, ahora esa era una palabra ambigua, “Sí, lo veo todos los días, en clase”
“Aún compartes besos sexualmente alentadores con el Sr. Smith?”
Esto tenía que ser más que un ejercicio de entrenamiento, “No”
“Porqué no?”
Es que nunca pararía “Está en el pasado”, Ahí estaba, algo un poco más vago.
“Porqué ya no estás involucrado románticamente con el Sr. Smith?”
Merlin “Fue semanas atrás, nunca fue– romántico, éramos solo un par de chicos pasándola bien”
“Lo extrañas?”
“Severus es suficiente, dijiste que no irías más lejos, sabes acerca de mi sexualidad. Y no, no lo extraño, de acuerdo?”
Snape sonrió, “Nunca irá más lejos que yo, te lo prometí, y planeo mantener mi promesa. Sé que encuentras esto vergonzoso, pero intenta ver más allá de la naturaleza de estas preguntas y concéntrate en el propósito que tenemos, estoy intentando enseñarte a resistir mis preguntas”
“Pero no puedo, no tengo oportunidad”
“Exacto” Snape se acomodó en su sillón con un aire de satisfacción, “No todas las preguntas pueden ser fácilmente evadidas, algunas son tán específicas que no puedes evitar responderlas. Debes aprender a aceptar eso”
Draco resopló un poco y desvió su mirada.
“Compartes besos sexualmente incitadores con alguien en el presente?”
Suprimió su creciente enojo y pensó por un minuto, está bien, no en este momento, “No”
“La semana pasada?”
Draco contestó sarcástico, “No”
“Lamentas que sea así?”
Sabía que Snape estaba intentando deliberadamente molestarlo, así que no pudo contener su enojo una vez más, “Sí, demonios, tengo diecisiete años, claro que me gustaría compartir besos sexualmente incitadores con alguien”
Se dió cuenta de su error demasiado tarde y Snape prosiguió a explotar la recién encontrada pista.
“Quién sería ese alguien Draco?”
Intentó frenar esto un poco, para tener tiempo para pensar, “Um, hay muchos candidatos, Creo que empezare con el guardián del Puddlemere United cuyos... talentos están expuestos en la última portada de Corazón de Bruja. Hay un tipo en la tienda Flourish y Blotts de Hogsmeade que es definitivamente interesante, algunos de mis compañeros de clase”. Se sintió como si ya hubiera adquirido el control de la conversación y se relajó un poco.
“Pero hay alguna persona en particular que tengas en mente?”
Draco se aferraba a lo que fuera, “Tengo a mucha gente en mi mente ahora”
“Pero hay alguna persona en tu vida con la que te gustaría estar compartiendo esos besos sexualmente incitadores?”
No Dios no, “Porfavor Severus, porfavor no me preguntes, no puedo... no quiero decirte...” pero el poder de la poción era demasiado fuerte, su voz salió en apenas un susurro, “Porque eres tú”, bajó la cabeza, sintiéndose miserable y derrotado. “Porqué tuviste que... solo... lo siento”
No podía verlo. Estaba devastado. Porque tuvo que atraparlo Snape – para hacer tremenda admisión - porqué? Tenía alguna sospecha y no podía descansar hasta saberlo?”
El silencio se hizo incómodo entre ellos. Finalmente Snape habló. Su voz había perdido su previo antagonismo, sonaba incluso algo gentil.
“Lamento haberte forzado a decirme eso. Créeme, no tenía idea de que tú... Bueno, me disculpo”.
Draco aún no podía verlo a los ojos, “No pensaba decir nada, sé que eres mi profesor y que podría hacer que te despidieran si hubiera algo entre nosotros, lo sé”
“Porfavor no te disculpes. De haberlo sabido, jamás te habría preguntado eso”
Sentía una necesidad abrumadora de seguir explicando – ya fuera por la poción o por la embarazosa admisión, no lo sabía. Su dignidad estaba hecha trizas. Snape de seguro pensaba que no era más que un adolescente enloquecido por las hormonas con un enamoramiento de escuela. Quién podía decir que no estaba equivocado?, pero aún así...
“No estoy enamorado de ti ni nada así” admitió viendo el repentinamente interesante piso, “Es solo que he aprendido a conocerte estos años, no eres la persona que la demás gente cree que eres. Te encuentro interesante, es todo”
Snape estaba siendo paciente con él, intentando lidiar con la confesión, “Lo entiendo, no pienses que me has ofendido Draco. Es halagador. Pero poco realista. Ahora, no digas nada más hasta que el Veritaserum haya terminado de hacer efecto. Creo que tenemos cinco minutos más. Entonces puedes regresar a tu habitación, o puedes quedarte a seguir entrenando”
Asintió. Pudo sentir que Snape se estaba moviendo a otra parte del estudio, dejándolo en respetuosa soledad. Después de lo que pareció una eternidad, regresó.
“Sigues enojado conmigo?” preguntó Snape.
“No creo que deba contestar eso, si no te importa” dijo con una sonrisa. El Veritaserum había terminado de hacer efecto.
“Podemos parar ahora si quieres”
“Oh no, me gustaría interrogarte. Anda, toma tu poción como el buen espía Mortífago que eres”, finalmente había reunido el valor suficiente para ver al otro hombre, y quedó satisfecho por la sonrisa que recibió ante su débil intento de buen humor.
El Veritaserum fue disuelto en una cantidad mucho más considerable de whisky.
Mientras esperaban a que la poción hiciera efecto, contempló qué preguntas podría formular. Ante el asentimiento de Snape, empezaron.
“Cuando me preguntaste si había alguien que tuviera en mente para – bueno, cosas románticas – sabías qué respondería?”
Snape lo vió de manera benevolente, “No, no tenía idea, si hubiera sospechado algo, no te habría presionado como lo hice. No era mi intención lastimarte”.
“Porqué me hiciste esas preguntas en primer lugar?”
“Como dije, quería comprometer tus emociones. Sé que ser homosexual era algo sensible para tí, algo que estaba seguro, te provocaría”
“Así que utilizaste eso en mi contra?”
“No contra ti, jamás contra tí. Quería usarlo para ayudarte a mejorar tus habilidades. Si alguna vez eres interrogado por Mortífagos bajo efectos del Veritaserum, serán mucho más duros contigo” Snape no estaba haciendo ningún intento por evadir las preguntas. Draco se dió cuenta, estaba reconciliándose en la única manera que conocía, encubriendo sus palabras detrás de la naturaleza de la poción que acababa de tomar. Lo tomó en cuenta.
“Eres homosexual Severus?”
Snape exhalo lentamente, “No, no lo soy. Prefiero a las mujeres, aunque tengo que admitir, probablemente no sea una sorpresa, que mi vida amorosa no es tan concurrida como debería” arqueó una ceja, “No estoy comprometido tampoco con besos sexualmente incitantes, aunque ya no tengo diecisiete”.
Draco desvió la mirada antes de que la diversión en su cara se hiciera aparente, “Así que no tengo esperanzas contigo?”
“Ninguna, aunque si de verdad tuviera esas inclinaciones, me sería bastante difícil negarme a sus encantos Sr. Malfoy”
Inclinó la cabeza en burlona aceptación, “Y no debería Profesor, soy un tesoro único y especial, como mi madre acertadamente diría. Gustaría alabarme con detalles? Estoy dispuesto a escuchar, si siente la necesidad de descargarse con alguien”
“Me toma en desventaja, así que solo diré que creo que he dicho lo suficiente para su propio bien y lo dejaré así”
Estaba a punto de responder cuando la chimenea se encendió súbitamente y la cara seria del Director apareció ahí. Ambos reaccionaron rápidamente a su presencia.
“Severus, Draco. Perdonen mi interrupción, pero sentí la necesidad de hablar con ambos. Tenemos un aviso de actividad Mortífaga en incremento las últimas horas. También, muchos estudiantes que son hijos de conocidos seguidores de Voldemort han sido llamados a sus casas por sus padres y han empezado a marcharse. De hecho Draco, creo que encontrarás una lechuza esperándote en tu dormitorio. Como resultado, estoy llamando a una reunión de emergencia de la Orden en mi oficina”
Snape se puso de pie de inmediato, “Ahí estaré señor”, Dumbledore desapareció, pero Draco continuó viendo las llamas vacías en estado de shock.
“Será mejor que me aliste para irme” dijo temblorosamente, levantándose de su silla, “Padre habrá enviado por mí”
“No Draco” dijo Snape, “Quiero que te quedes en Hogwarts”
Sólo lo pudo ver confundido, “Qué estás diciendo? Tengo que irme, hemos planeado esto, hemos -”
Snape se adelantó y lo tomó rudamente de los antebrazos, sosteniéndolo firmemente, “No creo que debas irte. Debe haber alguna manera de retrasarte, dile a tu padre que debes tomar los ÉXTASIS, dile - ”
“No, no puedo, no entiendo porqué estás diciendo esto, hemos planeado todo esperando que esto sucediera”
Podía ver que Snape estaba luchando contra el Veritaserum que aún corría por sus venas, el que lo forzaba a contestar honestamente, “No quiero que te vayas. Temo por tí Draco, quiero que esperes hasta que yo este ahí para protegerte”
“Oh, Severus, estaré bien. En muy poco tiempo tu podrás reunirte conmigo, y sabes que puedo cuidarme solo hasta que tu vengas, prometo no hacer nada extraordinario. No soy un Gryffindor – puedes confiar en que mantendré mi cabeza agachada. Me has enseñado bien”
“Draco” nunca había escuchado tanta emoción en la voz de Snape antes, y Draco cerró los ojos y dejó que lo recorriera.
“Tengo que irme, si no me voy, empezaran a sospechar, lo sabes”
“Sí, lo sé, pero desearía que no tuviera que pasar así. Esperaba que tu no fueras llamado, que te pudieras quedar hasta... Bueno” liberó los brazos de Draco, después suspiró, “Tienes razón”
De repente se sintió invadido por el conocimiento de lo que estaba por hacer y el lugar hacia el que se dirigía. Habiendo escuchado a Snape expresar su más sincero miedo, desató el mismo miedo en él, y admitió por primera vez que su alianza había sido algo más que un ejercicio abstracto. Estaba asustado, de repente le dió pánico y se abalanzó a los brazos de Snape en un abrazo desesperado, y se sostuvieron el uno al otro.
“Dumbledore debe estar esperando” dijo finalmente Snape.
“Estoy listo” respondió, aunque sabía que no habría sido capaz de responder así estando bajo los efectos del Veritaserum.
Snape lo detuvo un momento más, “Draco, no lamentes lo que me dijiste antes. Yo no lo lamento. Considero un honor que me tengas en tan alta estima. Así como tu estás en la mía” Ser retiró un poco, como si no pudiera soportarlo más, “Debemos irnos”
Make a cross, make amends to set the record straight,
We've never said the only things we should have ever bothered saying.
Haz una cruz, haz enmiendas para dejar el historial limpio,
Nunca dijimos las únicas cosas que debimos molestarnos en decir
Sole Salvation - English Beat
La tarde había tomado tal aire de irrealidad que Draco luchó por mantener su dirección. De alguna manera, durante los largos meses íntimamente compartidos con Snape, se había permitido el lujo de olvidar – había olvidado exactamente porqué estaba entrenando, lo que pasaría después, dónde debía terminar. Pero Severus se lo había permitido. Esta noche, se dió cuenta de que su mentor casi lo había olvidado también.
La lechuza de su padre lo esperaba en la ventana de su habitación. Con manos temblorosas, le tomó tres intentos antes de poder liberar el rollo fuertemente atado a la pata, a pesar de la fría mirada del ave. Era un mensaje muy corto.
Es hora. Ven a casa inmediatamente.
Necesitaba responder para que la lechuza de la familia regresara a la Mansión, pero las palabras le fallaron. Al final, lo único que pudo escribir fue un simple Sí. No se molestó en firmar la nota.
Sí, ya era hora.
De repente estaba perdido, no sabía qué empacar y qué dejar atrás. Maldiciéndose por no prepararse mentalmente para esto, revolvió su baúl, sacando solo lo esencial. Cartas de Crabbe, escritas desde Durmstrang. Una pluma inusualmente elegante, regalo de Goyle en su último cumpleaños. Un poco de ropa, algunas fotos, su colección de autógrafos de Quidditch. Su escoba.
Pausó, indeciso, con su trabajo de la escuela. Hace algunas horas, había trabajado cuidadosamente en el rollo sobre su escritorio, descifrando una prueba de Aritmancia, se había sentido satisfecho cuando por fin la había terminado y quedaba todo junto en un gran diagrama. Y ahora – todo se iba a la basura. Recorrió el resto de sus papeles acomodados en ordenadas pilas, un conjunto de rollos por cada clase, listos para que él los revisara mientras se preparaba para sus exámenes, nada de eso era necesario. Ya no habría más Aritmancia, no más clases, no ÉXTASIS. Su vida como estudiante de la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería había llegado a un final abrupto y nada bienvenido.
Por un breve instante, no quiso nada más que hacer un acto dramático al incinerar todas las cosas, y sacó su varita. En el último minuto, desistió en su intento – no era más que una rabieta infantil – en vez de eso, utilizó su varita para encoger la modesta bolsa que llevaba. La tomó y la metió en su túnica.
Con una final mirada melancólica, cerró firmemente la puerta de su dormitorio detrás de él.
Pero una vez que se permitió pensar acerca del final de su vida aquí en Hogwarts, no pudo deshacerse de la abrumadora tristeza que lo embargó. Ya estaba lamentándose – era estúpido, patético, se dijo a sí mismo duramente; no era la manera en que un Malfoy se debía comportar ante tal ocasión. Pero cada giro traía una nueva distracción – esta es la última vez que escucharé la puerta de la sala común cerrarse tras de mí... la última vez que sentiré la soledad escalofriante del corredor de las mazmorras... la última vez que veré a los retratos asentir en mi dirección mientras paso... la última vez que siento las frías piedras de la pared debajo de mi mano... la última vez...
Ansiaba estar más allá de las barreras. El camino hacia las puertas nunca había parecido tan lejano, y su corazón dolía con cada paso que daba. Sí tan solo este camino no fuera tan aterrador, tan incierto, tan solitario, se dijo a sí mismo, entonces no habría sucumbido tan fácilmente a esta oscura melancolía. Si tan solo se hubiera preparado mejor...
Escuchó pasos en el pasillo oscuro detrás de él y giró nerviosamente la cabeza para ver quién lo seguía bajo las sombras de las estatuas.
Potter.
Ni siquiera estaba sorprendido. Toda la tarde, desde que Dumbledore había convocado a todas las casas y les había comunicado la noticia de la guerra próxima, las conversaciones agitadas habían recorrido la escuela. Draco había estado bastante consiente de la presencia de Potter, había registrado la peculiar sensación que despedía alrededor de él como chispas, lo había observado vagar y retrasarse, como retando a quien fuera a hacer un movimiento.
Ambos se detuvieron, esperando. Se sentía como un duelo.
"Malfoy."
“Potter”, resistió el impulso irracional de inclinar la cabeza, y permitió que el otro chico se acercara sin ningún otra palabra.
“A donde vas?”, había un reto en esa voz.
Se tragó la primer réplica que se le vino a la mente, y la segunda y la tercera. Ambos sabían que no era de la incumbencia de Potter; tenía tanto derecho como él de pasear por los corredores. Esta conversación no tenía sentido. Todo lo importante ya se había dicho, todas las palabras hirientes, los retos y las amenazas. No había más que decir. Y estaba cansado, tuvo que admitir que tenía miedo, y no iba a jugar ese juego. No esta noche. Eso se había terminado.
Así que no dijo nada.
“Porqué Malfoy?”, Potter no dijo nada más, ambos sabían lo que esa pregunta significaba.
“Es hora de que me vaya”
Potter hizo un gesto ante eso, aunque debió haber estado esperando una respuesta así. Draco observó sus manos convertirse en puños a sus costados, “No tiene que ser así, todos tienen opciones, incluso tú Malfoy. No tienes que ir con Voldemort sólo porque tu padre lo hizo”
Reconoció que, de manera increíble, Potter le iba a dar el discurso en toda la regla, usando toda la persuasión que conocía, todo el apasionado fuego y la ardiente convicción de su causa. Dió voz a su pasión con la sinceridad que tanto lo definía. Draco estaba francamente impresionado de que estuviera haciendo el esfuerzo, de que, aparentemente, incluso Draco Malfoy no era una causa perdida que Potter pudiera dejar ir sin dar pelea. Potter dejó que sus palabras llevaran una última apelación y Draco lo dejó hablar, pensando, esta es la última vez que él y yo nos enfrentaremos.
En otras circunstancias, se habría permitido ser persuadido por Potter. En alguna distante parte de su mente, se preguntó cómo habría sido. Cuál habría sido la reacción de Potter? Habría dejado atrás su eterna enemistad ante la declaración abierta de lealtad a la Orden? Podrían haber puesto su ira y su odio atrás – tal vez convertirse en amigos?
Pero el camino de Draco lo llevaba en otra dirección, y dejó que sus primeras palabras fueran las últimas, “Es hora de que me vaya”
“No me respondiste, quiero saber, porqué?”
Potter era tenaz, tenía que admitirlo. Supuso que ser el salvador del mundo mágico era algo casi reflexivo después de todo este tiempo, algo que no podía dejar de hacer.
“Potter, no te debo una explicación, tengo mis razones” Porqué tenía que hacerlo tan difícil?
“Malfoy - ”
“Mira, te encontraré algún día cuando todo esto se haya terminado y te lo explicaré con unos tragos. El Caldero Chorreante, tu y yo?” Incluso mientras decía las palabras y se los imaginaba a ambos relajándose con un poco de whisky de fuego, sabía que nunca vería esa fantasía convertirse en realidad. Los dos no podrían sobrevivir esta guerra.
“No, no te vayas Malfoy, porfavor”
Reflexionando después, nunca pudo descifrar porqué había reaccionado de esa manera – tal vez era una manera de despedirse de su infancia. O pudo haber sido una reacción a su previa confesión a Severus. Todo era tan frío, tan final – el pasillo, la noche, las palabras haciendo eco alrededor de él. Todo se cerraba sobre él, congelándolo. Tal vez solo buscaba un poco de calor. Adiós... adiós... esta es la última vez...
Pero algo en el tono de voz de Potter, algo en la súplica susurrada, lo hizo rendirse al impulso de acercarse a su rival, poner lentamente sus manos en sus hombros para estabilizarlo y acercarlo un poco más. Sintió el cálido aliento cosquillear su mejilla, de repente más rápido y errático que durante el discurso. Ahora era íntimo y tentador. Actuó sin querer pensar demasiado lo que estaba haciendo – lo que ambos estaban haciendo. Detuvo el jadeo de Potter con sus labios y sintió la presión correspondida como si fuera una ola rompiéndose sobre él. Ahogándolo. Adiós.
Y en este corredor, oscuro y vacío, donde estaba parado balanceándose entre dos mundos – aquí, entre el pasado y el futuro incierto – pudo pretender que este beso era lo único que importaba. Aquí, se permitió imaginar que ya no era Draco Malfoy, con cada pedazo de historia que el nombre lleva consigo, sino un soldado solitario que se dirige a la guerra. Y aquí, casi pudo creer que también Potter era diferente.
Se separaron mientras la realidad se restablecía una vez más. Su corazón latiendo muy rápido, su respiración inestable, retiró sus manos muy reticentemente y dió un paso atrás. Había actuado imprudentemente, sin razón alguna, y su cabeza le daba vueltas. Ciertamente no esperaba deleitarse o tomar placer de un beso de esa manera – pero lo hizo.
“Qué – porqué fue eso?” pudo decir Potter.
Sonrió sin esfuerzo, “Por intentarlo. Y tal vez por suerte”
La cara de Potter tomó un aire de determinación que Draco reconoció después de siete años de miradas a través del Comedor, de retos mudos en la clase de Pociones, de altercados en el campo de Quidditch. El otro chico cerró el espacio entre ellos y entrelazó sus manos detrás del cuello de Draco, masageando la rubia seda de su cabello. Se adelantó como en cámara lenta, finalmente tocando la boca de Draco con la suya, gentil al principio, súbitamente fiera y sin restricciones. Draco no lo rechazó, no le negó nada.
Si su primer beso había sido una pregunta – Qué soy yo para tí? – entonces este tal vez era la respuesta. Cuál era?
Draco pensó que tal vez pudo ser: Hicimos una diferencia en la vida del otro. Hasta este momento. No lo valoré.
La inesperada emoción de Potter besándolo lo envolvió. Si había un nombre para lo que estaba sintiendo, no lo conocía. El traslado del control – de él a Potter – había cambiado todo en un instante, y lo que quedaba de su moderación, se desvaneció. Dejó que una de sus manos acariciará suavemente el cuello de Potter, y la otra se posó en su pecho, donde podía sentir un latido acelerándose. Potter se inclinaba y esperaba, sus dedos tomando a Draco, como si ya no lo pudiera dejar ir. Y todo el tiempo, el beso los envolvió, los poseyó, y ambos estaban sin aliento debido a su intensidad. El escalofrío que había estado rodeando a Draco se había ido.
Potter no olía a especias ni le recordaba a Draco estaciones pasadas; olía a jabón y piel, justo como cualquier otro chico. Su boca no sabía a vinos exóticos o caros dulces; no sabía diferente a nadie que Draco hubiera besado. No besaba con una habilidad descomunal o una técnica abrumadora, pero sí besaba con fuego y pasión, y Draco dejó que lo capturara completamente.
Si su primer beso le había permitido olvidar quién era, aunque fuera brevemente, este beso se lo recordaba. Lo despertaba.
Con una última, íntima presión de labios, se separaron.
“Para la suerte entonces” dijo Potter, su voz ronca con emoción suprimida, “Necesitarás demasiada en donde vas”
Draco lo vió una última vez, dejándolo en su memoria justo como se veía en ese instante – desaliñado y silencioso, resignado – y dió media vuelta. Adiós
Pero mientras se alejaba, se sintió curiosamente más calmado, más firme, incluso tal vez un poco más valiente – y se preguntó silenciosamente si besar a un Gryffindor podía hacer a una persona más valiente a través de algún tipo de transferencia mágica. Con inesperada determinación, caminó a través de los pasillos, empujó con fuerza la pesada puerta de la escuela que sabía ya no podría llamar casa, caminó colina abajo hacia las barreras y susurró un final adiós a la vida que había conocido – a Severus y Gregory, a sus compañeros de Slytherin y a sus maestros, y sí, a Potter – y se Apareció en donde quiera que este sacrificio lo llevara.
Continuará...
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